Obama y sus hijas esperan su comida en el local Nancy's, en Martha's Vineyard
Sólo se ha tomado una semana de vacaciones, pero la está disfrutando al máximo. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, apura sus últimos días en la exclusiva isla de Martha’s Vineyard, en Massachussets, lugar predilecto de otros presidentes demócratas como John F. Kennedy o Bill Clinton. La familia Obama viajó allí el domingo, y desde entonces han sido muy pocas las ocasiones en las que hemos podido verles ya que han procurado salvaguardar al máximo su intimidad durante su período de descanso.
El Presidente se hizo fotos con los empleados del local
Este miércoles, sin embargo, se dejaron ver por primera vez en un local público, cercano a una playa privada donde habían estado durante más de dos horas disfrutando del sol y el mar con total tranquilidad. Ese día, Obama se despertó con una mala noticia: el fallecimiento del senador Ted Kennedy. La noticia le fue comunicada a las dos de la madrugada, y entonces envió un comunicado expresando sus condolencias para más tarde, ya por la mañana, ofrecer una rueda de prensa en Blue Heron Farm, residencia que ha alquilado para su estancia en la isla. El resto de la mañana, Barack Obama la pasó en la playa que está situada al final de Oyster Watcha Road, al sur de Martha’s Vineyard.
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A mediodía, acudió con su esposa, sus dos hijas, dos amigos y su equipo de seguridad a Oak Bluffs para comprar algo para comer. Eligieron uno de los locales del puerto más populares, Nancy’s, un lugar muy familiar en el que está permitido sentarse a comer en traje de baño, que es básicamente lo que hicieron los Obama. Sasha, de ocho años, se sentó en el regazo de su padre mientras esperaban su pedido. Encargaron marisco frito para llevar. Según se ha podido saber, se llevaron nueve medias raciones de camarón frito, dos calamares fritos, dos ensaladas, almejas, dos vieiras fritas y seis raciones de patatas fritas en dos grandes bolsas.
Los Obama encargaron marisco frito y unos refrescos tras pasar la mañana en la playa
Antes de marcharse, el mandatario estadounidense saludó personalmente a Joseph Moujabbar, dueño de Nancy’s, y se hizo fotos con los empleados del local. Desde allí pusieron rumbo a la residencia que la consejera mayor de la Casa Blanca, Valerie Jarrett, tiene en el barrio de East Chop, donde habían estado la noche anterior antes de cenar en el café The Sweet Life. Las niñas, sin embargo, prefirieron pasar ayer la tarde a su aire ya que fueron vistas en un local de videojuegos en Circuit Avenue sin sus padres.