Ella es la Al Fayed de la que más se habla en Londres. La más bella joya del imperio del propietario de Harrod’s y también la que más se deja ver en todos los eventos de postín que se celebran en cualquier punto del globo terráqueo.
Camilla Al Fayed más que una chica mona es un bellezón de los que hacen girar la cabeza.
Y claro, la pregunta salta enseguida ¿Cómo el brillante y carismático hombre de negocios cuya belleza es proporcionalmente inversa a su físico puede ser padre de semejante preciosidad? La respuesta es sencilla, Camilla tuvo a las caprichosas leyes de la genética de su parte. Sacó lo mejor de su madre, la ex modelo finlandesa Heini Wathén, y le añadió el justo toque exótico de su padre: cabello castaño y piel bronceada. La estatura, los enigmáticos ojos verdes, un rostro prácticamente perfecto y la piel de porcelana son de su madre que fue Miss Vikinga en 1972 y dos años después finalista en Miss Finlandia.
Camilla tiene 24 años y se crió en la mansión familiar de Surrey, al oeste de Londres, con sus cuatro hermanos, Jasmine, Karim y el pequeño, Omar. El mayor, Dodi, nació en el primer matrimonio del magnate egipcio. A pesar de la diferencia de edad, la relación con el hermano mayor, el heredero de Al Fayed, era muy buena y recuerda como fue su hermana Jasmine quién le dio la fatal noticia del fallecimiento de Dodi y la Princesa Diana en el puente Alma de París.
“En vacaciones, siempre estábamos los siete juntos, mis padres y los cinco hermanos. Dodi era parte de nuestra vida, yo le admiraba, él era el líder. Cuando murió fue como si una bomba hubiera caído en mi casa. Fue muy, muy difícil ver a mis padres tan destrozados, no es como esperas ver a tu padre. Toda nuestra vida había cambiado en sólo 24 horas”, comentó Camilla en una entrevista a la revista Tatler al cumplir los 21 años. En esta entrevista habló también de “Incluso los profesores me hacían preguntas sobre eso. No se sabe como manejarlo cuando tienes 12 años, que es la edad que yo tenía. A Diana la conocí durante dos meses. Pasamos mucho tiempo juntas. Era amable, un alma buena. Casi como un niño a veces”.
Las relaciones entre la Familia Real inglesa y los Al Fayed nunca fueron buenas y empeoraron a raíz del fallecimiento de la Princesa y Dodi en París y las teorías conspirativas que el dueño de Harrod’s empezó a hacer populares en la prensa. Sin embargo, Camilla si trata a los hijos de Diana, los príncipes Guillermo y Harry. Se ven en los clubes londinenses a los que ambos asisten y fue el único miembro de los Al Fayed invitado al funeral que los Príncipes organizaron con motivo del décimo aniversario de la muerte de su madre. La invitación le llegó a través de un SMS que le envió el príncipe Guillermo y ella acudió junto a sus amigos Elton John y David Furnish con un atuendo muy años cincuenta de falda de vuelo, chaqueta entallada y boina blanca con lunares negros.
El look de Camilla es muy personal. Nada que ver con el estudiado desaliñado de sus amigas Dasha Zhukova, Eugenie Niarchos, Tatiana Santo Domingo o Carlota Casiraghi. Tampoco le va el chic dejado de su hermana, la diseñadora Jasmine di Milo aunque si lleva con frecuencia sus vestidos dándoles su toque especial. A ella le encantan los diamantes y llevar joyas propias de la serie Dinastía, el pelo y el maquillaje perfectamente cuidados y un vestuario inmaculado, nada de looks rockeros o imperfectos. Va tres veces por semana a la peluquería y no se pierde los desfiles de París, Milán o Londres. Es habitual de la fiesta de verano que se organiza en la galería fotográfica Serpentine y por la que el todo Londres casi pelea por tener invitación. Por supuesto, no falta al baile de tiaras anual de su amigo Elton John.
Camilla, como también le sucede a alguna de sus amigas, todavía no tiene claro ni prisa por decidir a que dedicarse. Después de pasar por varios colegios privados británicos no quiso ir a la Universidad. A los 18 años se mudó de la mansión de Surrey y se instaló en un apartamento en Park Lane, Londres. Tuvo ofertas de televisión y también para ser becaria en revistas de moda. Ahora va tres veces por semana a Harrod’s. Su último logro fue organizar un evento benéfico para el colegio New School, del que su padre es propietario. Como es embajadora de la escuela, promovió un concierto de Hannah Bradbeer, del programa X Factor, y Sam Lewis dentro del festival Sevenoaks de Kent.
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