Anunció que se convertiría en padre por primera vez siendo el número dos del tenis, pero parece que ahora verá la cara de su hijo siendo el número uno de nuevo. Y es que a Roger Federer, de 27 años, la vida le sonríe, pues además de su próxima paternidad se ha proclamado campeón de Wimbledon este fin de semana. No sabemos si la causa de su remontada -recordemos que Rafa Nadal le arrebató el puesto de número uno del mundo- se ha debido al apoyo incondicional de su mujer, Mirka Vavrinec, que no se ha separado de él y le ha estado animando en todos los partidos desde la grada.
Mirka ya se encuentra en la recta final de su embarazo -se espera que dé a luz antes de que termine agosto-, tanto es así que el propio Federer confesaba anoche en la Cena para los Campeones de Wimbledon: "La final fue tan tensa que temí que mi esposa se pusiera de parto. De hecho, ella misma pensó que se pondría de parto durante el partido. Tras esta victoria alucinante la gente me pregunta lo que voy a hacer ahora, y apoyar a Mirka es mi respuesta." Además de ser madre, Mirka podrá ver cumplido uno de sus deseos: que su hijo vea jugar a su padre en los torneos. Por eso el tenista suizo ha asegurado que seguirá compitiendo hasta el año 2012.
La mujer de Federer es una gran amante del tenis y conoció al que a día de hoy es su marido y padre del hijo que está en camino, durante las Olimpiadas de Sydney 2000, donde los dos formaban parte del equipo suizo. Desde entonces fueron inseparables y dos años después ella tuvo que abandonar la competición por una grave lesión y pasó a ser manager de su pareja, convirtiéndose así en la mujer que ha logrago que Federer triunfe en el terreno de juego y también en el amor.
Un tenista que bate récords
Con esta victoria en Wimbledon ante el estadounidense Andy Roddick Federer se ha convertido en el primer tenista del mundo que conquista 15 Grand Slam, superando el récord que hasta ahora ostentaba Pete Sampras, con 14. Vuelve a ser el número uno del mundo y viendo cómo ha jugado en este torneo, parece que se lo pondrá muy difícil a quien intente quitarle el puesto.