Belén Esteban y su marido celebran su primer aniversario de boda

La feliz pareja festejó un año de casados junto a la familia de Fran con una comida en un restaurante de la localidad madrileña de Pinto

por hola.com
Tras haber superado un difícil bache en su matrimonio, Belén Esteban y Francisco Álvarez han podido celebrar felizmente su primer aniversario de boda. La colaboradora y su marido festejaron el pasado sábado 27 de junio sus primeros doce meses como marido y mujer, y lo hicieron con una comida organizada en un restaurante de la localidad madrileña de Pinto a la que estuvieron invitados Andrea, la hija de Belén y Jesulín de Ubrique, y la familia de Fran.

En los últimos meses, el matrimonio había atravesado una mala racha en su relación y tuvieron que darse un tiempo para que finalmente, y con motivo de la Primera Comunión de la hija de ella, llegase la reconciliación. Se dijo en su momento que el motivo de esta separación temporal se debió a que él no pudo aguantar la excesiva presión mediática que había en su matrimonio, ya que él llegó a difundir un comunicado en el que apuntaba que su separación fue de mutuo acuerdo y no se había visto propiciada por la existencia de terceras personas.

Sin embargo, el amor era tan fuerte entre ellos que los volvió a reunir y lejos parecen haber quedado ya los días grises en los que parecía que la relación de la pareja fuera a romperse. Ahora vuelven a ser la viva imagen de la felicidad, como demuestran las últimas imágenes tomadas este fin de semana con motivo de la celebración de su primer año de casados. Más unidos que nunca, Belén y Fran quisieron celebrar esa fecha tan especial de una manera sencilla y tranquila con la familia de él. Todos ellos estuvieron en una cafetería en Pinto y después fueron a comer al club de tiro al plato de la misma localidad madrileña, donde brindaron por la felicidad del matrimonio.

Belén Esteban y Francisco Álvarez se dieron el “sí, quiero” el 27 de junio de 2008. El lugar elegido por los novios para la ceremonia religiosa fue la ermita de San Antonio del Palacio del Negralejo, en Madrid, un lugar idílico para tan importante y significativo día. Allí vimos a una Belén radiante y sonriente que por fin se decidía a dar el paso más importante de su vida: casarse con su amigo de toda la vida.