Ni siquiera la lluvia primaveral que caía ayer tarde de manera intermitente sobre el pueblo cordobés de Lucena, tierra de la novia, deslució la boda de Fran Murcia y Carolina López. El novio, visiblemente emocionado, era de los primeros en llegar a la Parroquia de San Mateo, en compañía de su madre y madrina, Olga Sánchez, y de Frankie, el hijo que tuvo con su ex mujer, Lara Dibildos.
Padre e hijo iban elegantemente vestidos de chaqué, al igual que muchos de los caballeros invitados. Las señoras optaron por alegres colores para sus trajes, como hizo Laura Valenzuela. La que fuera suegra de Fran Murcia escogió un traje de chaqueta y falda en color rojo y se mostró relajada y feliz en la boda del padre de su nieto, con el que sigue manteniendo una magnífica relación.
En las proximidades de la iglesia también se dejaron ver otros asistentes como la ex Miss España, Raquel Rodríguez -en cuya boda con Gorka Arrinda se conocieron Fran Murcia y Lara Dibildos-, que llegó sola, el presentador Christian Gálvez y su novia, la gimnasta Almudena Cid, el actor Antonio Garrido y su esposa, Araceli Álvarez, y Coral Bistuer y su marido, Javier Valera.
Algo nerviosa y muy feliz llegó al templo la novia, del brazo de su padre y padrino, Juan López. Arropada por el cariño de sus paisanos y luciendo un diseño de Rosa Clará en raso y organza de seda natural, combinado con encaje rebrodé, con cuerpo de talle bajo con escote palabra de honor y una falda de gran volumen con superposición de capas de organza y tul de seda natural, que acompañó con un velo mantilla de más de tres metros de tul de seda natural con encaje. Tal y como era su deseo, Carolina López le dio el 'sí, quiero' a su novio delante de la Virgen de Araceli, de la que es muy devota y a la que entregó como ofrenda un ramo de novia. El otro fue a parar a manos de una buena amiga para que le diera tanta suerte como a ella a la hora de encontrar pareja.
Amigos de la pareja, como Coral Bistuer, les enviaron sus mejores deseos a los recién casados y relataron cómo se emocionaron Fran y Carolina en su boda, oficiada por el Padre Francisco Roco, e incluso derramaron alguna lágrima de emoción.
Una vez convertidos en marido y mujer, se dirigieron, junto a sus invitados, al Hotel Prestige, donde tuvo lugar el tradicional banquete nupcial. Disfrutaron de un magnífico menú a base de medallones de rape con langostinos, sorbete de lima y albahaca, solomillo de buey y como colofón una tarta, con diez pisos, a base de tiramisú y helado de yogurt de fresa. Una vez concluida la cena, los novios sorprendieron a los invitados con una coreografía ideada por el televisivo bailarín Potty, quien finalmente no pudo acudir a la boda, que se prolongó casi hasta el amanecer.