El tenista alemán nunca se ha caracterizado por ser un hombre convencional. Ha sido un ser extraordinario dentro y fuera de las pistas. Tanto huye de las convenciones que parece que no teme ni siquiera a la mala suerte que le pueda traer el haber visto o, al menos intuido, cómo es el vestido de novia de su prometida, Lilly Kerssenberg.
Ambos acudieron juntos a la selecta boutique parisina donde Lilly ha comprado el secreto mejor guardado de su 'gran día'. La boda se celebrará el próximo 12 de junio. Los novios se darán el 'sí, quiero' en Suvretta, un lujoso castillo y hotel de cinco estrellas cercano a la estación suiza de St. Moritz.
La historia de amor de Boris y Lilly ha sido de ida y vuelta. Fueron novios durante tres años, pero en noviembre de 2007 se separaban. Poco después, Becker iniciaba un fugaz noviazgo con la diseñadora de joyas Sandy Meyer-Wölden. Parecía un amor de película con petición de mano -impresionante anillo de compromiso de por medio- y viajes a lugares idílicos incluidos.
Pero cuando parecía que el tenista iba a pasar por segunda vez por la vicaría, el cuento de hadas se desvaneció y anunciaron su ruptura. Boris Becker volvió a encontrar a su particular princesa en Lilly Kerssenberg, su antiguo amor, y la pasada primavera anunciaban emocionados que se convertirían en marido y mujer a mediados de junio.
El deportista demostró en la versión alemana del programa ¿Qué apostamos? lo enamorado que está de su nueva prometida y la pareja regaló románticas imágenes a la sorprendida audiencia del espacio televisivo.
Ésta será la segunda ocasión en que Becker renuncie a su soltería. La primera fue en 1993 y su prometida era la modelo Bárbara Feltus. El matrimonio se rompió en 2001 debido a las infidelidades del alemán. Sin embargo, este matrimonio no sólo le dio a sus dos hijos mayores, Noah Gabriel y Elias Baltasar, de 15 y 9 años respectivamente, sino que con el paso del tiempo Boris y Bárbara han logrado construir una excelente amistad.