Los restos mortales del padre de Mar Flores, fallecido a causa de un de un gravísimo accidente automovilístico el pasado jueves en las cercanías de la localidad madrileña de Collado Mediano, fueron incinerados ayer en un tanatorio madrileño. Acompañada en todo momento por su marido, Javier Merino y arropada por sus hermanos José, Maite y Mamen y algunos amigos como el diseñador Roberto Torreta o Gonzalo de la Cierva, la modelo, de riguroso luto, intentó ocultar su pena tras unas enormes gafas de sol.
Mar Flores estaba muy unida a su padre, quien viudo desde hace años, vivía en la localidad de Becerril de la Sierra, lugar donde la modelo pasó gran parte de sus veranos. El padre de la actriz, que siempre contó con el apoyo incondicional de sus hijos y siempre se mantuvo al margen de la vida privada de la actriz, había rehecho su vida junto a Nancy, su segunda esposa, con la que había contraído matrimonio civil, hace tan solo unos meses, en una discretísima ceremonia. Nancy, quien se había convertido en su gran compañera tras la marcha de Mar Flores a la Republica Dominicana por cuestiones de trabajo, y quien acompañada a José Flores en el momento del accidente, se encuentra ingresada en el hospital ya que su estado es grave, pero parece que evoluciona favorablemente.
Angustiada y nerviosa tras ser informada del trágico fallecimiento de su padre, Mar cogió el primer vuelo de Santo Domingo a Madrid para dar el último adiós a su padre, con el que compartía todas las mañanas desayuno antes de instalar su residencia en Punta Cana.
Los grandes ausentes en el velatorio fueron los hijos menores de Mar, Mauro y Beltrán, a quienes sus padres quisieron mantener ajenos a tan doloroso suceso. Sin embargo, Carlo, el hijo que la modelo tuvo con Carlo Constanzia, tomó un avión con rumbo a Madrid en cuanto se enteró de la muerte de su abuelo, ya que habitualmente reside en Italia, junto a su padre, para permanecer al lado de su madre y rendirle todo su apoyo en estos momentos tan duros.
Satisfecha del éxito cosechado como actriz el pasado año en la cartelera y muy enamorada de su marido y de su actual vida como madre al otro lado del Atlántico, Mar Flores pasa en estos momentos por una de las etapas más amargas y tristes de su vida.