Eran casi las ocho de la tarde cuando Cari Goyanes hacía su aparición a las puertas de la Parroquia Es Cubells de Ibiza. Llegó en un Bentley conducido por su padre y padrino, Carlos Goyanes. Tras una corte de siete pajes, entre los que se encontraban dos hijos de Pepe Barroso y Mónica Silva, e Iván, el hijo de Fernando Fernández Tapias y Nuria González, la novia llegaba radiante hasta el altar donde la esperaba su prometido, Antonio Matos. La misa fue oficiada por el jesuita Jaime Garralda, íntimo amigo de las familias de los contrayentes desde hace años; y Carla Goyanes y Jaime Matos, hermano del novio, fueron los encargados de leer las Sagradas Escrituras. El momento más divertido de la ceremonia fue cuando la novia no pudo evitar un ataque de risa con el que 'contagió' a buena parte de los invitados. Ante la atenta mirada de los invitados y soportando un calor sofocante, los contrayentes se dieron el "sí, quiero" al término de una ceremonia que duró aproximadamente una hora.
El oficio religioso estuvo amenizado por un coro de gospel y por las voces de Los del Río, quienes interpretaron tres piezas musicales, entre ellas la tradicional salve rociera. Convertidos ya en marido y mujer, Cari y Antonio abandonaron el templo e hicieron partícipes de su felicidad a los medios de comunicación apostados en las inmediaciones de Es Cubells. Ambos no podían dejar de sonreir y premiaron a los pacientes reporteros gráficos cumpliendo con la tradición del beso de recién casados, tras lo cual se dirigieron junto a sus familiares y amigos a cenar a Can Rocío, una casa situado en Sa Caleta, y desde cuyas cuatro terrazas se puede contemplar el mar.
La hija mayor de Carlos Goyanes y Cari Lapique eligió para este día tan especial un elegante y favorecedor diseño de Manuel Mota para la firma Pronovias y lució joyas de la firma Suarez. No era propiamente un vestido de novia, sino uno de fiesta al que Cari decidió darle su particular toque nupcial con un velo de cuatro metros de longitud. Las otras dos grandes protagonistas de la jornada fueron Cari Lapique y Carla Goyanes, la madre y hermana de la novia, respectivamente. Fueron las últimas en llegar antes de que lo hicieran los contrayentes. Y una vez más no defraudaron. Carla lucía un vestido de cóctel ligeramente abullonado, en color plateado, del diseñador Jorge Vázquez. Mientras que su madre se decantó por un traje del libanés Elie Saab, en tonos oscuros y con los hombros cubiertos.
Los mejores deseos para los novios
Casi una hora antes de que empezara la boda, comenzaron a llegar los invitados a la iglesia. Una de las primeras en hacerlo fue la modelo Nieves Álvarez, espectacular con un vestido de inspiración étnica y que deseó "mucha felicidad" a los nuevos esposos. Muy similar en colores y estampados era el modelo que escogió Nuria González, que junto a su marido, Fernando Fernandez Tapias quiso ser testigo del día más feliz en la vida de Cari Goyanes. Por su parte, Naty Abascal, vestida de Valentino y con joyas de Suarez, resultó, una vez más, una de las invitadas más elegantes. De la misma forma, Rafael Medina, y su novia, Laura Vecino, y Luis Medina y su novia, Alejandra Rojas, formaron dos de las parejas más atractivas del enlace.
Entre los invitados a la boda también se encontraba la presentadora Ana Rosa Quintana junto a su marido, Juan Muñoz, Carmen Martínez Bordiú, Fonsi Nieto, Vicky Martín Berrocal, Paulina Rubio y Nicolás Vallejo Nájera, Lolita y su novio, el actor Pablo Durán, Marisa de Borbón, Pepe Barroso, Cayetana Guillén Cuervo (vestida de rojo), Olivia de Borbón,junto Sebastián Palomo Danko y la periodista María Eugenia Yagüe. También viajaron hasta Ibiza algunos de los amigos de Marbella de la familia Goyanes-Lapique, como Luis Ortiz y Gunnilla Von Bismarck quien declaró acerca de la novia: "Ella es un amor y llena de vida. A mi me encanta". Emotivas fueron también las palabras del periodista José María García, que acudió en compañía de su esposa, Monserrat Frayle, y comentó: "Cari es una niña maravillosa y muy feliz".