¿Quién te comunicó el fallecimiento de tu madre?
Me despierta mi padre, se sienta a mi lado y me dice: "Ha pasado lo que más nos temíamos". Entonces me eché a llorar. No me lo quería creer.
¿Qué le pudo conducir a la muerte?
Su despreocupación por la vida, su falta de interés por la salud.
¿Cómo eran las fiestas de tu madre?
Puso un negocio hostelero y por la noche se traía a todos sus amigos de Sevilla. A las tres y cuarto de la mañana, yo todavía danzaba por allí, y me quemaba con los cigarros de la gente. Ellos no se daban cuenta porque yo era muy pequeño y no me veían. Ella disfrutaba con esas fiestas.
¿Fue un varapalo para ti la muerte de tu tata?
Cuando la tata falleció se me fue alguien más que la tata, era una persona muy especial para mí.
¿La adicción de tu madre a los somníferos comenzó a raíz de la muerte de tu abuelo y de la tata?
Comenzó una montaña rusa. Ese consumo habitual durante varios años fue incrementando la dosis, que no bajaba al final de veinticinco somníferos diarios. Mi madre tenía una dependencia vital.
Han comentado que tu madre pudo llegar a consumir cantidades excesivas de sustancias
Me parece que las cantidades que se han dicho son una exageración. Una persona que consume esa cantidad tiene una dependencia muy elevada, y éste no era el caso.
¿Cómo era el grupo de amigos de las fiestas de tu madre?
Las amistades de ella pertenecían al grupo del Rocío.
Gastaba mucho dinero, ¿no?
Mamá no tenía cuenta bancaria. Si mi madre hubiera tenido una vida ordenada, yo ahora podría lanzar una OPA a Endesa.
¿La relación más tortuosa que tuvo tu madre fue con Ernesto Neyra?
Mi madre tenía dos frases. La primera, que ella no iba a pasar de los cincuenta. La otra: "A mí no ha nacido el hombre que me ponga la mano encima". Fueron nueve maltratos.
¿Cuál fue la discusión más grande que viviste entre tu madre y Ernesto Neyra?
Hubo una discusión que duró todo un viaje en el AVE desde Sevilla, y al llegar a Madrid, Ernesto decide irse. Yo le digo que se quede y que se quede en mi cama. Empezó luego una discusión en el cuarto y yo lo presencié. Desde ese momento, fui yo quien dije: "Se acabó".
¿Tu madre, pese a los supuestos malos tratos, siguió con Ernesto?
Ella estaba asustada, estaba muy enamorada de él y estaba indecisa. Estas tres cosas componen el perfil de una mujer maltratada. Uno de los episodios se produce justo un momento después de la muerte de mi abuelo, porque mi madre abrazó a mi padre. Este hombre también es un celoso desquiciado. Es la peor persona que ha entrado en su vida. Fueron nueve maltratos y están todos presentados judicialmente.
¿Denunció los hechos?
Presentamos una lista de veintitantos testigos. Ella se ha muerto sin ser creída, sin ser escuchada y sin ser ayudada en esto. Mi madre estaba muy lejos de estar "divinamente", como ella decía.