Que estaba guapísima. La vi un poco nerviosa, pero me encantó. Es de lo que más me acuerdo.
Eres un novio atípico: lejos de desentenderte, te has volcado en todos los preparativos.
Me encanta la decoración y junto a mis amigos, Bruno y Duomi, de La Maison del Elephant, organizamos la decoración. Me hubiera gustado tener más tiempo...En una boda de casi cuatrocientas personas siempre hay algún detalle que se te escapa.
Sois jovencísimos y no lleváis ni dos años juntos, pero lo tenías muy claro desde el principio: queríais casaros y formar una familia. ¿No tienes miedo a precipitarte?
¡Noooo!Yo creo que igual que nos enamoramos, nos llegó el momento de casarnos. No nos hubiéramos creído hace un año que hoy estaríamos aquí, y ahora soy el hombre más feliz del mundo.
¿Qué te enamoró de ella?
¡Ella! El que la conoce sabe de lo que hablo. Incluso a mi familia les encantó en seguida.
¿Qué necesitas para ser feliz?
Yo creo que nada más...Bueno, sí, una cosa de la cual me acordé mucho durante la ceremonia... pero la vida es así y le echamos mucho de menos. Te hablo de mi abuelo, Angel, al que quería como a un padre. Fue mi primer mecánico cuando era pequeñajo, siempre me arreglaba la moto... El ramo de Ari estará muy cerca de él.
El amor lo cambia todo. ¿También la forma de competir?
Yo creo que sí, pero no el amor de una pareja, sino el de una familia, el de unos buenos amigos...A la gente feliz se le nota hasta en la cara...Si veo a mi gente feliz, yo ya estoy feliz.
¿Hasta dónde llegan ahora tus metas profesionales?
Estoy corriendo el Mundial de Superbike,que es el Campeonato del Mundo de mil centímetros cúbicos. Es un campeonato muy complicado y estoy muy contento empezando desde cero. Todo es nuevo para mí. El año que viene seguiré con Kawasaki y Estepona, que me están ayudando mucho.
¿Cómo te planteas tu vida cuando dejes de competir?
Pues no sé. Ahora no quiero pensar en eso, pero supongo que con olor a gasolina. Seguro. Este mundo es muy bonito y llevo desde que nací en los circuitos. Me gustaría terminar metido en los circuitos, es lo que me llena. Disfruto en este mundo, manchado de grasa y oliendo a gasolina.
Nos han comentado que eres muy niñero,¿incluso de familia numerosa?
Hombre, numerosa....Me encantan los niños. Por mí los tendríamos ya, pero hay que tener los pies en el suelo, y mientras yo corra, no creo que sea justo para ellos. Ahora estamos siempre de viaje y el día que los tengamos quiero disfrutarlos a tope. Creo que en mi caso será al contrario de lo normal: el niño acabará harto del padre, en vez del padre del niño, porque no paro de jugar con todos los niños. Siempre llevo en el coche unas motitos réplica de la mía para ir regalándolas a los niños. Me encantan, pero bueno, hay que ir paso a paso.
A veces,el convertirse en un personaje público le expone a uno a comentarios o críticas que se alejan de la faceta profesional.¿Cómo encajas haberte convertido en centro de aten- ción permanente?
Es algo que he vivido desde pequeño, ya que siempre he estado cerca de mi tío, que es uno de los deportistas mas admirados de este país. Pero bueno, hay que estar por encima de todo eso.