Si ya de por sí la corrida goyesca de la plaza de toros de Ronda es una cita ineludible del toreo en general y de la familia Ordóñez en particular, la de este año ha venido marcada por un sinfín de acontecimientos.
Entre ellos, la celebración del cincuenta aniversario de la creación de la corrida goyesca, por parte de Cayetano Ordóñez, patriarca de la familia, en honor a la otra dinastía taurina de la bella localidad rondeña, los Romero. Desde entonces tomo el testigo el gran Antonio Ordóñez en este famoso festejo, en el que la tauromaquia se remonta a la época del genial pintor Francisco de Goya, y donde los adornos de la plaza, los trajes de luces de los toreros y los vestidos de algunas damas nos retrotraen a finales del siglo XVIII. Arte torero el de los Ordóñez que hizo visitar la localidad malagueña a insignes personajes del mundo de la cultura como Orson Wells o Ernest Hemingway.
Arropado por su hermano Cayetano y la hermana de Carla Goyanes
Francisco Rivera ha continuado con la tradición familiar y ha participado, al igual que hiciera su padre, Paquirri, en el internacional festival taurino. Si siempre fue una ocasión llena de sentimientos para los Ordóñez, para Francisco será una cita aún más especial de lo habitual. Al recuerdo de su abuelo, Antonio Ordóñez, cuyos restos mortales descansan bajo el albero de la plaza, habrá que sumar la ausencia en los tendidos de su madre, Carmen Ordóñez, hija, sobrina, esposa y madre de toreros y cuya presencia era habitual en la Real Maestranza de Caballería de Ronda.
Sin duda serán muchos los recuerdos que pasaron por la cabeza de Rivera Ordóñez, demasiadas ausencias en la plaza. Hace una año, en ese mismo coso taurino, se pudo ver a su madre, a Cari Lapique acompañada por su hija Carla Goyanes, actual pareja del torero y que no han querido acudir debido a la polémica suscitada en los últimos días.
Junto a Francisco Rivera completaba la terna el diestro David Fandilla 'El Fandi', que debutaba en el cartel rondeño, y José María Manzanares hijo.