Raquel Morillas, concursante de la tercera edición del programa Gran hermano, retomaba hace dos días su trabajo como colaboradora en el espacio de la cadena Tele 5 Crónicas marcianas, tres meses y medio después de sufrir un grave accidente de tráfico cuando viajaba con su compañera, Noemí Ungría. En el rostro de Raquel quedan visibles las cicatrices que le han quedado, además, ha perdido la visión del ojo izquierdo. En su primera aparición ante las cámaras de televisión, Raquel explicó cómo ha vivido desde el dramático 2 de junio que cambió su vida.
- ¿Recuerdas cómo sucedió el accidente?
- El del coche blanco, se metió en el carril y se volvió a ir al suyo y la segunda lo hizo más cerca provocando que Noe tuviera que dar el volantazo
- ¿Quería hacer la gracia de saludar o algo así?
- Sí, y la gracia la hizo. Imagínate yo me río todos los días
- ¿Te acuerdas de él?
- Me gustaría acordarme de él porque entonces si iba a ser mala de verdad, pero no, no me acuerdo de él. Yo perdí la conciencia en la ambulancia que fue cuando estaba más muerta que viva. Yo estaba tocándome la cabeza todo el rato, no hablaba. Noe se quedó como enterrada y decía: "Sacadme de aquí". Y por lo que me han dicho yo llevaba la cara destrozada. Yo sólo me agarraba la cabeza y ya está, date cuenta que tenía el cráneo roto. No estaba inconsciente pero estaba ida. ¿Cómo me voy a morir con lo borrica que soy, si tengo 26 años?
- ¿Cómo estás?
- Bien por dentro pero mal con el espejo. Odio el espejo ahora mismo. Y mi ojo este que se me ha quedado como un huevo, pero ya se me curará
- ¿Qué es lo que llevas mal?
- El verme como estaba antes. Nunca piensas que estas cosas te pueden pasar a ti