Dejar de fumar previene el cáncer, la infertilidad e, incluso, los callos en los pies
Fumar daña todo el organismo y acorta la vida. Te damos 10 razones de peso para que dejes de fumar y 8 claves que te ayudarán a abandonar el hábito tabáquico. Esta vez lo vas a conseguir.
Fumar es malo. No es ningún eslógan ni un argumento que se permita debatir. El tabaco causa daños en todo el organismo y es uno de los primeros responsables de muerte prematura. Pero igual que no existe ninguna duda de que es saludable dejar de fumar, todo el mundo sabe que abandonar no es fácil, aunque sea uno de los objetivos más comunes en nuestra lista propósitos de año nuevo.
Además de los síntomas de la abstinencia producidos por la adicción a la nicotina se suma el hecho de romper un hábito. Y esto le cuesta a nuestro cerebro. Puede tardar hasta dos meses en cambiar esta costumbre, aunque sepa que es dañina. De hecho, es una de las razones por la que algunos especialistas no aconsejan reemplazar el tabaco por otros aparatos que emulen el gesto de fumar, aunque haya estudios que sugieran que los e-cigarrillos ayudan al abandono. Lo más aconsejable, si quieres dejar de fumar de forma definitiva es eliminar por completo los cigarrillos de tu vida. Estamos seguros de que estas razones acabarán de convencerte:
Ver también: Solo necesitas 21 días para dejar de fumar
1.- Miles de razones para dejarlo. Al encender un cigarro, más de 3.500 sustancias tóxicas llegan a nuestros pulmones, corazón, cerebro y todo el organismo. Entre ellas se encuentran el monóxido de carbono, la naftalina, acetona, disolventes, amoniaco (un veneno tan tóxico como el arsénico), insecticida DDT, plomo, alquitrán, cadmio e incluso elementos radiactivos como el Polonio 210. Si no fuera a través del cigarrillo, ¿introducirías estos venenos en tu cuerpo? Ver más en: Lo que contiene un cigarrillo.
2.- Crea más adicción que la cocaína. El cigarro es un producto “diseñado para crear y mantener la adicción y la nicotina tiene una capacidad adictiva que supera cinco veces la de la cocaína. De hecho, su única finalidad es producir una falsa sensación de placer que engancha”, advierte el doctor Juan Antonio Riesco, de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
3.- Vas a vivir menos y enfermar más. Créetelo. No es un eslógan. Fumar puede acabar con tu vida. “Esta adicción acaba matando a la mitad de sus consumidores habituales”, añade el especialista de la Separ. A partir de los 35 años, por cada año que fumes, puedes perder 3 meses de vida. Pero además, hay más riesgo de enfermar. Se sabe que al menos 25 enfermedades están relacionadas con el consumo del tabaco. Dentro de estas se encuentran las tumorales, cardiovasculares y respiratorias crónicas.
4.- Envejecimiento prematuro de la piel. Quizá sea el menor de los problemas, dado que puedes morir por fumar. Pero a nadie le gusta lucir una piel más envejecida de lo normal si se puede prevenir. Al fumar se daña la circulación de los pequeños vasos sanguíneos que irrigan la piel. Además, ésta recibe menos oxígeno, se daña el tejido elástico y se ve más apagada y con más arrugas.
5.- Afecta a la salud sexual. El tabaco afecta a la fertilidad masculina y femenina. En las mujeres afecta a la calidad de los ovocitos, lo que dificulta la posibilidad de quedarse embarazada. Ellos tienen una menor concentración de espermatozoides. Por otro lado, "el 60% de los fumadores tienen problemas de erección, ya que la nicotina actúa como vasoconstrictor y disminuye el flujo sanguíneo hacia el pene", según señaló Ignacio Moncada, jefe de Servicio de Urología del Hospital Universitario La Zarzuela, en Madrid.
6.- Empeora el dolor de cervicales. Ésto se debe a varios factores, explica el doctor Francisco Villarejo, director de la Unidad de Neurocirugía del Hospital La Luz de Madrid. Por un lado, “el tabaquismo contribuye de manera decisiva al empeoramiento de la patología vertebral porque ocluye las coronarias y cierra los vasos sanguíneos que llegan a esta zona, favoreciendo su deterioro. A los problemas circulatorios que puede provocar el tabaco en la zona vertebral, se le suman los derivados de la tos del fumador, que puede llegar a producir contusiones discales e incluso hernias a consecuencia de su repetición”.
7.- Tendrás callos en los pies. El endurecimiento de las arterias, que produce fumar, hace que disminuya el flujo sanguíneo, que la sangre sea más espesa y, por tanto, que se reduzca la llegada de oxígeno a los tejidos. Esto afecta a todo el organismo, incluso a los pies. Según el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV), a consecuencia de esta mala circulación, es común que el pie tenga dificultad para eliminar toxinas, infecciones, que éstas tarden más en curarse y la piel esté más deshidratada. Todo ello aumenta el riesgo de la aparición de callos o helomas en las plantas de los pies.
8.- Si fumas en el salón, el dormitorio de tus hijos tiene nicotina. Si fumas conviertes a tu entorno en fumadores pasivos, una falta grave de consideración hacia tus familiares, amigos o compañeros además de para las personas más vulnerables, como las embarazadas, los pacientes respiratorios y los alérgicos. También existe el humo de tercera mano: aquel que se queda impregnado en las estancias donde has fumado y que, según las investigaciones, compromete el sistema inmune, daña el hígado, los pulmones,... En definitiva, daña la salud de los que comparten vivienda. Además, una investigación reciente realizada en Barcelona ha visto que en aquellos hogares en los que se fuma en la cocina la nicotina llega hasta los dormitorios, lugares donde niños y adultos pasan muchas horas.
9.- Puedes perder una oportunidad laboral. Muchos expertos en selección advierten de que el olor a tabaco no gusta a la mayoría de los reclutadores. De hecho, llegar a una entrevista de trabajo habiendo fumado podría cerrarte las puertas a ese puesto que tanto ansías. Y es que hay pocos olores que se soporten tan mal como el que desprenden los fumadores si no se fuma.
10.- Daña el planeta. Si te preocupa la ecología, esta es la última razón que te convencerá para dejar de fumar. Cada año tiramos 4,5 trillones de colillas al medioambiente. Una colilla puede tardar entre 8 y 12 años en descomponerse. El filtro de las boquillas acumula parte de los componentes nocivos del tabaco y los libera en contacto con el agua, lo que supone una grave amenaza para la biodiversidad.
Claves para dejar de fumar
No hay éxito sin un plan previo y, para dejar de fumar debes diseñar un plan de acción:
1.- Haz una lista de los motivos por los que quieres decir basta. Te pueden servir todas las razones que te hemos dado para convencerte de que fumar es malo para la salud de todos, incluido el planeta, y otra con los beneficios de dejar el tabaco.
2.- Decide el mejor día para dejar de fumar. Intenta que no sea un viernes o sábado. El lunes puede ser una buena elección. Tampoco lo decidas de hoy para mañana. Es mejor que te dejes al menos 15 días para concienciarte.
3.- Comunícalo: a tu pareja, tu familia, tus amigos, tus compañeros de trabajo… Si crees que esto te va a crear más presión, resérvate la decisión.
4.- Pide ayuda. Según la Separ, solo el 5% de los fumadores consigue dejarlo sin ayuda profesional. Pero si el intento de abandono se acompaña de la adecuada valoración diagnóstica y terapéutica de un especialista, las posibilidades de éxito se multiplican por diez.
5.- No importa si fallas. Lo que verdaderamente cuenta es haberlo intentado y estar concienciado de que se debe dejar de fumar. Sé indulgente contigo mismo pero plantéate que vas a abandonarlo de nuevo en breve.
6.- No recurras a otros dispositivos. Según un estudio publicado en la revista médica JAMA, algunos dispositivos como los que permiten fumar sin combustión (que calientan el tabaco pero sin quemarlo) también contienen la mayoría de las sustancias tóxicas que producen cáncer, además de la nicotina, que perpetúa la adicción.
7.- Es el momento de empezar a meditar. Controla el ansia por fumar y reduce el estrés que produce el abandono del hábito tabáquico, según una investigación de las universidades de Pittsburgh y Carnegie Mellon, en EE.UU. Eso sí, hay que practicarla de foma seria. Además de los centros que encontrarás en tu ciudad, puedes seguir un curso online de meditación o 'mindulfulness'.
8.- No te preocupes, lo que engordes lo vas a adelgazar. Es cierto que dejar de fumar engorda. Esto se debe a que la nicotina disminuye el apetito y aumenta la tasa metabólica (la cantidad de energía que una céula necesita para subsistir), según un trabajo publicado en Science. Cuando se deja el tabaco, aumenta el estrés, se tiende a comer más, se reduce el gasto energético y se gana peso. Pero se puede volver a perder con una dieta más sana y ejercicio físico. Así que no desesperes. Compensa dejarlo.