Más deporte, mejor descanso
No es un secreto, pero lo olvidamos con mucha facilidad. Cuanto más energía consumamos, más profundo será nuestro sueño. La necesidad de descanso es común a todos los mortales, pero la calidad del sueño aumenta directamente al ejercicio físico que realizamos durante el día. De esta forma, podemos acabar con los problemas de insomnio, practicando deporte por la tarde, antes de la hora de cenar. La natación es perfecta para un resultado así, pero también el fitboxing. Cuando hacemos ejercicio, además, liberamos dopamina, que es una respuesta automática a aquello que nos produce placer, y que superado el momento de actividad, nos ayudará a descansar. Y ya sabes, un cerebro descansado piensa mucho mejor al día siguiente.
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