Fijarnos un objetivo alcanzable es vital para poder conseguirlo, y esa regla es tanto o más importante cuando se trata de activar un plan para hacer ejercicio físico, dejar de lado las costumbres sedentarias y mejorar la dieta. Tener un plan realista para incluir hábitos saludables a nuestra vida es el secreto de nuestro éxito, porque la percepción de que estamos consiguiendo avances progresivos y que nuestra meta se aproxima será un hecho que nos incentive para seguir trabajando en ello. En cambio, la sensación de que los esfuerzos caen en saco roto puede acabar con nuestro plan antes de tiempo.