Ahora que las temperaturas van a subir cada vez más, es posible que salir a correr durante el día te parezca imposible, y es totalmente comprensible. Pero eso no quiere decir que tengas que dejar de practicar running. Cuando el calor aprieta, los mejores momentos para correr son el amanecer y el anochecer, cuando el sol se esconde. Si te resulta imposible madrugar aún más de lo que lo haces, es posible que optes por correr por la noche, cuando ya has dado por concluído con todas las tareas del día y descienden las temperaturas.