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Haz la cama

Por extraño que te parezca, hacer la cama es un ejercicio físico que requiere atención, mimo y que simboliza muchas cosas, todas ellas positivas. Hacer la cama por la mañana es como componer un origami gigante (esas figuras hechas en papel, como las pajaritas y los barquitos). Cuando hacemos la cama nos estamos moviendo alrededor de la habitación, apreciando los detalles, los pliegues y las arrugas, y estamos subiendo el listón de lo que consideramos bien hecho.

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Organiza tus tareas de forma visual

Lleva un listado de las cosas que tienes por hacer y dedica los primeros minutos del día a borrar todo lo que hiciste ayer y a valorar cómo se hizo. Llevar un cálculo de todo lo que tienes pendiente y tachar es una tarea muy sencilla que a la larga puede producir un placer muy reconfortante: sentimiento de control, de eficiencia y de orgullo de llevar todas tus tareas al día.

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