Puede que ahora ni siquiera te apetezca una porción de chocolate o una patata frita, pero sabes que si empiezas a comerlo, no podrás parar. Y si tienes más a tu alcance, probablemente comerás más. Y cuando creas que ya es suficiente, aun habiendo excedido la dosis que te habías fijado en un principio, la sensación de necesitar tomar un bocado más probablemente pendule en tu mente y no lograrás olvidarlo en un rato. Tus papilas te pedirán más y tu cerebro también. ¿Esto es una adicción? ¿Hay alimentos que la producen?