Las técnicas de relajación como la meditación ayudan a mantener la mente en calma, siempre que se practiquen con frecuencia. Esto ayudará además a controlar los niveles de cortisol, la hormona del estrés y que, según varios estudios, puede estar relacionado con el aumento de peso. Esto se debe a que cuando hay niveles de cortisol, tendemos a comer más por impulso y a decantarnos por alimentos más dulces. Si estamos más tranquilos, la necesidad de asaltar la nevera o picar a todas horas se reducirá.