Los motivos que nos llevan a ir maquilladas al gimnasio pueden ser varios. A veces salimos del trabajo y vamos directas al gimnasio sin tener tiempo para desmaquillarnos. Otras veces es al revés, y vamos del gimnasio al trabajo o a otros compromisos sin tiempo para arreglarnos. Y otras veces, sencillamente no hace sentir bien y nos da seguridad ofrecer nuestra mejor cara cuando vamos a ponernos en forma rodeadas de espejos por todas partes.