Las personas controladoras son aquellas que quieren controlar todas las situaciones en las que se encuentran y que dictan a aquellos que tienen cerca cómo tienen que comportarse. Todo está planificado, calculado y organizado según lo que ellas ha decidido con un extremado rigor. El mínimo cambio les afecta mucho, por eso no dejan nada al azar: piensan en todos los detalles y se adelantan a todos los imprevistos que puedan acontecer.