Si quieres meditar, pero no te ves practicando la posición del loto, sin poderte mover, deberías probar con otra práctica de meditación zen: la caligrafía, es decir, el arte de escribir con belleza. Procedente de China, donde es considerada un arte marcial, se trata de una de las disciplinas orientales enfocadas a lograr el equilibrio de la mente y el cuerpo.