El exceso de colesterol es una amenaza para nuestra salud que no da la cara hasta que nos lo encontramos por sorpresa en un análisis rutinario. Si cuidamos lo que comemos, se supone que deberíamos mantenerlo a raya, a menos que tengamos una predisposición genética. Pero es posible que ciertos hábitos, aparentemente saludables, estén jugando en tu contra.