1/4 © Adobe Stock

Es una planta carnosa que se conoce también como planta de San Pedro, espárrago de mar o hierba salada. Es una planta que crece en las marismas y su forma se asemeja a la de un espárrago triguero. Pertenece a la familia de las espinacas y acelgas. Gracias a sus propiedades, ayuda a reforzar el sistema inmunológico y es rica  en proteínas, vitaminas y minerales como el calcio, potasio, magnesio, sodio y yodo.

2/4 © Adobe Stock

Debe su sobrenombre a que es capaz de sobrevivir en las condiciones más extremas. También se la conoce como hierba helada o hierba escarchada. Es una hierba de hojas carnosa, con flores blancas, rojas o amarillas, que solo se abren al recibir directamente la luz del sol. Posee también un intenso sabor salino. Regenera, renueva y protege, ya que es rica en proteínas, aminoácidos esenciales y vitaminas A, B, C y E.

3/4 © Adobe Stock

Sus hojas, con forma de corazón, son verdes, muy brillantes y lisas. Y al probarlas descubrimos que son carnosas y muy jugosas. Sus flores son de color púrpura y se abren durante el día. Crece en macetas y su cultivo es muy sencillo, ya que se desarrolla con mucha rapidez. Tiene grandes cantidades de vitamina E y se le atribuyen propiedades antiinflamatorias. En la cocina, lo podemos consumir fresco como guarnición o en ensalada. También puedes rebozarlas o prepararlas en wok.Es crujiente y su sabor es potente, ligeramente ácido y muy refrescante.

4/4 © Adobe Stock

Su uso en cocina se remonta a los antiguos griegos y romanos, que ya la consumían cruda en ensalada y cocinada en guisos. La llevaban consigo en sus viajes por sus propiedades estimulantes, diuréticas y digestivas. Tiene un sabor ligeramente picante y muy aromático, similar al del hinojo común y el limón.

Más sobre: