En junio de 2016 David Delfín aparecía en la portada de una conocida revista con una pronunciada cicatriz en la cabeza. Confirmaba así lo que en el sector de la moda se había convertido en un secreto a voces: su delicado estado de salud debido a la aparición de tres lesiones cancerosas en el cerebro que le habían provocado un importante debilitamiento en la pierna y en el brazo derecho, y problemas en el habla y en la memoria. David Delfín fue intervenido, pero uno de los tumores resultó ser inoperable.