Junto con los perros y los pájaros, los gatitos son una de las mascotas más habituales en los hogares de medio mundo. Además de hacernos compañía y compartir con nosotros momentos importantes de nuestro día a día, estos animales son además muy valorados por la ayuda terapéutica que, en muchas ocasiones, brindan a sus dueños. Junto con la gran alegría que llegan a generar en la familia, tener un gato también se convierte, en ocasiones, en motivo de preocupación cuando les ataca cualquier tipo de mal. Es el caso de las afecciones de tipo urinario, muy frecuentes en los felinos y que, en muchas ocasiones, son complicadas de detectar. Aunque las más comunes son las infecciones bacterianas, las causas que provocan este tipo de dolencias en nuestras mascotas pueden ser diversas pudiendo incluso ser causadas por el estrés. Diferentes motivos que se deben atajar desde que se perciban los primeros síntomas
Prestar atención a los síntomas
Aunque generalmente los gatos son animales muy independientes y les gusta mantener la distancia de sus dueños, existen diversas señales en su comportamiento que pueden darnos la pista de que nos encontramos frente a una infección de orina u otra dolencia urinaria. Como sucede con los humanos, la micción suele ser dolorosa para estos animales y realizan gestos extraños o lanzan maullidos a la hora de hacer su deposición. Del mismo modo, los felinos tratarán de evitar el arenero pudiendo hacer sus necesidades en cualquier rincón de la casa. Otro de los signos que puede mostrarnos un problema de este tipo es la aparición de sangre en la orina. Si hemos visto cualquiera de estos signos, es recomendable acudir al veterinario.
Cuando la enfermedad no da la cara
Además de los signos más obvios, existen otros síntomas menos evidentes que, en muchas ocasiones, no son relacionados por los dueños con este tipo de enfermedades en un primer momento. Algunos mininos, suelen acusar también falta de apetito o sufren de vómitos si se ha producido una obstrucción total de las vías. Nuevamente, acudir al veterinario de nuestra mascota es la solución más efectiva para que sea el especialista quien determine el tratamiento más adecuado para cada tipo de paciente.
Cuidados para nuestra mascota
Junto con la obligada visita al veterinario, es muy recomendable extremar los cuidados para nuestra mascota en el caso de que padezca un problema urinario leve o grave. Una de las principales vías de actuación es la alimentación. Es muy conveniente dar a nuestro gato un pienso adecuado para mascotas con problemas urinarios con el fin de facilitar la función renal, ayudar a disolver posibles cálculos y evita la formación de nuevos cristales. Se trata de una comida con bajo contenido en magnesio, causante principal de los cálculos y con más concentración de agua para que la orina sea más diluida. También es conveniente que tenga un alto contenido en proteínas que ayude a equilibrar el PH de su micción.
Junto con la alimentación es recomendable extremar los cuidados de la higiene de nuestro felino. Mantener los areneros limpios, e incluso disponer más de uno para cada gato, puede mejorar las condiciones de nuestra mascota de una manera sensible. Finalmente es recomendable evitar a nuestro gato situaciones de estrés, episodios o situaciones que puedan alterar el correcto funcionamiento de su organismo.