En diversas ocasiones hemos hablado de los enormes beneficios que un perro, u otros animales, pueden tener a la hora de ayudar desde un punto de vista emocional a las personas. Después del 'Doctor Guau' en Murcia, Zenit, el perro que atiende a pacientes en la UCI y del Alaskan Malamuten que viaja en un avión como asistente de una pasajera con problemas de ansiedad, llega Tombot, un cachorro de Golden Retriever que podría cambiar la vida de miles de personas en todo el mundo.
Se trata de un perro biónico creado principalmente como asistente para personas de avanzada edad con problemas demencia, soledad, depresión y, en algunos casos, ansiedad y violencia. Todos estos síntomas los padecía la madre de Jim Henson, creador de este ambicioso proyecto que se encuentra desarrollando junto a la empresa de juguetes y creadora de personajes de animación Jim Henson's Creature Shop y las donaciones que cientos de personas han realizado a través de la plataforma de crowdfounding Kickstarter. Para crear los perritos, estarán disponibles a partir de agosto de 2020, necesitaban un mínimo de 17.772 euros, cifra que han superado con creces y que, actualmente asciende a 41.655 euros, por lo que los cachorros pronto podrían comenzar a fabricarse.
"Cuando a mi madre le diagnosticaron alzhéimer ella tenía un cachorro de dos años. Ella no podía hacerse cargo de él y al final tuvimos que quitárselo y sus vecinos se hicieron cargo de él. Por eso empecé a investigar sobre robótica y asistencia emocional y desarrollé Tombot", cuenta el propio Henson. Los estudios universitarios muestran que las personas mayores con algún tipo de enfermedad, como el Alzheimer, pueden establecer lazos afectivos con diferentes objetos, tradicionalmente muñecas o animales de peluche. Este apego puede traducirse en una reducción significativa de sus síntomas y la correspondiente reducción de medicamentos. "Estos robots, son más atractivos visualmente y entretenidos que los objetos tradicionales, y están diseñados científicamente para promover el apego emocional", comenta el CEO de Tombot.
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Para elaborar estos asombrosos robots, se ha utilizado la tecnología más avanzada. El perrito, que tiene un aspecto realmente parecido al de un cachorro de verdad, es capaz de ladrar, mover los ojos, la boca, las orejas y la colita. De hecho, gesticula y actúa conforme lo acaricias gracias a los sensores que dispone por todo el cuerpo. "Jenny (el prototipo) está diseñada para mirar, sentir y comportarse como un perro de verdad. Esta cubierta con sensores táctiles, eso le permite sentir dónde y cómo está siendo acariciada y actuar conforme a esos estímulos", añade Henson sobre el robot que, además, es capaz de reconocer voces y responder a determinados comandos.