Los pescados que cuidan de tu salud
Para llevar una dieta equilibrada, siempre debemos aportar pescado, un alimento que por sus propiedades nutricionales es recomendado por todos los nutricionistas.
El pescado es un alimento proteico, rico en minerales (fósforo, hierro, sodio, calcio, potasio, yodo, cobre y magnesio) y vitaminas del complejo B, que, en el caso del pescado azul, también contiene A y D.
¿Qué diferencia hay entre el pescado azul y el blanco? Pues, sencillamente, se diferencian por su contenido en grasa. El blanco contiene entre un 1 y un 5% de grasa, mientras que el pescado azul contiene entre un 5 y un 10% de grasa. Nosotros a simple vista podemos diferenciarlos por su coloración externa, ya que los pescados blancos tienen carne blanca y los azules una coloración externa azul. De ahí sus nombres.
Los pescados azules contienen más grasa porque necesitan reservas, ya que suelen moverse bastante más que los llamados blancos, que encuentran su alimento cerca. Sin embargo, esta grasa del pescado azul no podemos compararla con la grasa de la carne, ya está considerada como grasa 'buena' y recomendada para conseguir un buen estado de salud. Aporta ácidos grasos insaturados como el oleico, el linoléico y omega 3, grasas que ayudan a evitar la arterioesclerosis y favorecer la disminución de los niveles de colesterol en sangre.
Cómo podemos clasificarlos:
- Pescado blanco: bacalao, gallo, lubina, merluza, lenguado, rape, rodaballo…
- Pescado semigraso: besugo, pez espada, salmonete, trucha, cazón...
- Pescado graso: anchoa, arenque, atún, boquerón, caballa, salmón, sardina...
Realmente, a pesar de la grasa, es necesario comer pescado azul, pero siempre en cantidades recomendadas. Lo ideal sería comerlo de 3 a 4 veces por semana. Lo único: cuidado si nos sobra peso, porque entonces se debería ingerir en menos cantidad.
Si que está muy recomendado en el caso de los deportistas, ya que a ellos les aporta energía y, además, los omega 3 son muy recomendados para evitar lesiones y mejorar la captación de oxígeno.
El único problema del pescado son los residuos. Mar, ríos y lagos están muy contaminados por lo que el pescado contiene bastantes tóxicos, destacando el mercurio, que se está encontrando sobre todo en peces grandes, porque son los que más tiempo viven. Normalmente, los peces más grandes suelen ser pescados grasos como, por ejemplo, el pez espada, que prácticamente se recomienda limitar al máximo su consumo. Ese es el principal problema del pescado azul, sino su grasa sería ideal para conservar un excelente estado de salud.