La esclerosis múltiple es una enfermedad neurodegenerativa que cada vez sufre mayor número de personas en España, y más jóvenes. Es una enfermedad incurable e incapacitante cuya causa sigue siendo desconocida. Los últimos estudios nos indican que puede existir una susceptibilidad genética o también pueden afectar los factores ambientales.
Al ser una enfermedad degenerativa no se puede curar, pero sí que se está demostrando que la alimentación puede jugar un papel muy importante, ayudando a que se desarrolle más lentamente si llevamos una dieta rica en ciertos nutrientes y mejorando así la calidad de vida del paciente de esclerosis múltiple.
A continuación, os voy a hablar de los hábitos que debería adquirir un enfermo de esclerosis múltiple y los alimentos que les pueden ayudar a encontrarse mejor. Se ha demostrado la influencia de ciertos alimentos que, por su composición, evitan el estrés oxidativo y la producción de moléculas inflamatorias asociadas a la esclerosis múltiple.
Entre estos compuestos podemos destacar los antioxidantes ( polifenoles y carotenoides), los ácidos grasos poliinsaturados, en concreto el omega 3 y, la vitamina D entre otros.
Polifenoles y carotenoides
Son antioxidantes que nos ayudarían a frenar la enfermedad neuronal. Se encuentran en frutas, verduras, plantas medicinales, vino, etcétera.
Ácidos grasos poliinsaturados
Se recomiendan como la alternativa a las grasas saturadas, es decir, las grasas “malas”, en los pacientes que sufren esclerosis múltiple. En concreto, se recomiendan los omega 3, que los podemos encontrar en frutos secos, aguacate y en pescados azules, como pueden ser las sardinas, el salmón, la caballa, etcétera.
Vitamina D
Se ha relacionado el déficit en esta vitamina con la incidencia de esclerosis múltiple. Esta vitamina la podemos encontrar en: pescados grasos, leche, quesos y yema de huevo.
Alimentos aconsejados:
Pescados azules, aceite de oliva virgen, té verde, café (dos tazas al día), vino tinto (con moderación, una copa al día), carnes poco grasas, huevos, lácteos desnatados (evitar la leche de vaca), legumbres, verduras (aconsejable tomarlas crudas), frutas (muy recomendable los arándanos, las fresas, uva y el aguacate), frutos secos (con moderación), curry, mostaza y chocolate (70% cacao).
Alimentos no aconsejados:
Bollería industrial, pastas, pasteles, leche entera, mantequilla, manteca, quesos grasos, carnes grasas, tocino, embutidos. Siempre se debe evitar el sobrepeso, pero un enfermo de esclerosis múltiple tiene más motivos. Debe llevar una dieta equilibrada, variada y sana, rica en fibra y controlando el consumo de azúcares simples que les pueden resultar muy dañinos.
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