¿Cuál es el secreto para elaborar un auténtico smoothie de experto? ¿y un zumo de frutas? ¿cuál nos aporta más nutrientes? ¿cuáles son los más indicados para el verano? ¿es necesario tener una licuadora para hacerlos o simplemente basta con meter los ingredientes en una batidora convencional? He aquí una guía básica que te ayudará a elegir el mejor método de elaboración según sus beneficios para nuestra salud y aprender a preparar tus zumos o smoothies depurativos.
Licuados o zumos
- Cuando licuamos una fruta o una verdura lo que estamos haciendo es separar el jugo de la fibra, por lo que el resultado es un zumo de esas frutas y/o verduras totalmente líquido.
- Cuando ingerimos este tipo de zumos las vitaminas, minerales y fitonutrientes son absorbidos inmediatamente por nuestro cuerpo.
- El sistema digestivo no tiene que hacer un trabajo fuerte, por lo que le damos un respiro y nuestras células pueden dedicarse a descansar y reparar. De esta forma suelen utilizarse también en procesos depurativos del organismo.
- Al quitar la fibra podemos añadir más vegetales a nuestro zumo que los que podría llevar un smoothie.
Batidos o smoothies
- Al usar este método simplemente se trituran todos los ingredientes en el mismo recipiente, por lo que permanecen tanto el zumo de los alimentos como su fibra. De esta forma el smoothie tiene una consistencia más cremosa o más espesa que la de un zumo licuado.
- Cuando ingerimos este tipo de mezcla nuestro sistema digestivo se ve reforzado y se eliminan toxinas del tracto digestivo.
- Conseguimos saciar el hambre con unos alimentos sanos y muchas veces de bajo índice glucémico y calorías, por lo que además se regula el contenido de glucógeno e insulina en el organismo.