Es una de las infecciones más recurrentes en la mujer. Tanto, que tres de cada cuatro mujeres sufren vulvovaginitis, infección de la vulva y la vagina frecuente en mujeres fértiles, al menos una vez en la vida, según datos presentados en el XIV Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer, que se celebra estos días en Madrid. Y en gran parte de estas infecciones –que se repiten entre dos y cuatro veces al año en más de la mitad de los casos- está implicado un hongo del que tal vez has oído hablar, llamado Cándida. Ante un problema de salud tan común, es importante tener información y tener en cuenta una serie de medidas de prevención: así, los expertos recomiendan cuidar la higiene íntima, llevar ropa adecuada, seguir una dieta sana y el uso de probióticos vaginales.
Cuándo es más frecuente
Este problema es muy habitual en mujeres en edad fértil y es poco frecuente en mujeres posmenopaúsicas debido “al descenso de estrógenos y al aumento de la atrofia vaginal durante esta etapa”, indica la doctora Pardo. Se caracteriza por “escozor o picor vulvar, dolor, flujo vaginal, dolor o molestias durante el acto sexual o al orinar”, expone. Además, esta enfermedad afecta de manera directa a la calidad de vida de las pacientes.
El hongo Cándida forma parte de la flora normal del cuerpo humano. Los cambios producidos en la flora vaginal normal pueden dar lugar a un sobrecrecimiento de dicho hongo y al desarrollo de una vulvovaginitis. Las causas de ese aumento pueden ser “la toma de antibióticos, los niveles hormonales elevados durante el embarazo o los estados de inmunodepresión”, afirma.
Cómo se trata
El tratamiento “debe ser de fácil administración y tener buena aceptación por parte de la paciente para facilitar el cumplimiento, ser de acción fungicida y sintomática inmediata, con mínimos efectos secundarios, económico y que permita prevenir nuevas infecciones”, asegura la doctora Pardo.
En caso ser una vulvovaginitis no complicada “el tratamiento comprende la administración de antimicóticos o antifúngicos tanto intravaginales como orales, o también en cremas”, añade la doctora. En el caso de ser recurrentes y complicadas el tratamiento con antimicóticos será más largo. Además, recomienda una serie de medidas higiénicas entre las que se encuentran “evitar irritantes locales, como jabones o geles de ducha, evitar llevar ropa sintética y ajustada, mejor de algodón, o reducir la ingesta de hidratos de carbono ya que estos favorecen el hábitat de la Cándida”.
Acudir al especialista
Lo más importante, según los ginecólogos, es que “ante cualquier síntoma o indicio las mujeres acudan al especialista. Sobre todo si se cumplen algunas de estas condiciones: es la primera vez que se sufre o los síntomas son diferentes a episodios previos, si la paciente es menor de 16 o mayor de 60 años, si ha tenido hemorragia menstrual anormal o flujo sanguinolento, dolor en el bajo vientre o los síntomas no mejoran tras siete días de tratamiento”, aconseja el doctor Santiago Palacios.