Llega la noche, hora de irse a dormir, pero pese a que pasas horas en la cama, te levantas con la sensación de que no has descansado. Es posible que no estés teniendo un sueño ‘de calidad’. Y, teniendo en cuenta que pasamos alrededor ¡un tercio! de toda nuestra vida durmiendo y que existe una relación muy estrecha entre calidad de sueño y estado de salud, es conveniente que no dejes pasar este problema de largo.
Claves para un descanso saludable
Los problemas de salud asociados al sueño pueden solucionarse aplicando una serie de consejos fáciles que debemos incluir en nuestra rutina diaria. Cada persona y cada cuerpo es diferente y solamente debemos conocernos para saber la cantidad de horas necesarias para un descanso óptimo. Así, los expertos de Clínica Planas –que acaba de inaugurar una nueva Unidad de Sueño, encabezada por el Dr. Josep Morera- aboga, además de por la cantidad de horas que debemos dormir, por la calidad de ese sueño, y nos resume una serie de pautas para conseguirlo:
1. Intenta ir a la cama más o menos siempre a la misma hora y en cuanto empiezan los primeros síntomas de sueño (si empiezan los bostezos, nada de aguantar hasta ver el final de la película porque corremos el riesgo de desvelarnos).
2. Intenta relajarte antes de ir a dormir: escucha música tranquila, toma una taza de leche caliente, toma un baño,…
3. Evita cenas copiosas.
4. Deja pasar ente 2 y 3 horas entre la cena y el momento de ir a dormir. No conviene irse a la cama mientras hacemos la digestión.
5. No fumes ni bebas alcohol, ya que son estimulantes.
6. Procura que el lugar donde se duerme sea cómodo, oscuro, bien ventilado, y lo más silencioso posible.
7. Establece unas rutinas antes de acostarte. Hacer las mismas cosas todos los días comunica al cuerpo que es hora de relajarse y dormir.
8. Procura dormir el número de horas necesarias, las que tu cuerpo necesite para descansar.
9. Elige un buen somier, un buen colchón y una almohada que mantenga la espalda alineada.
10. Viste prendas cómodas que no molesten ni aprieten y que sean preferiblemente de algodón.
Trastornos del sueño
Si aplicamos estos sencillos consejos a nuestra rutina y seguimos sin dormir bien por las noches y nos levantamos cansados cada día, es probable que suframos alguno de los trastornos más comunes del sueño: el Síndrome de apnea o el Síndrome de piernas inquietas.
-Síndrome de apnea
Este problema se da en aquellas personas que aún durmiendo las horas recomendadas, padecen somnolencia diurna, sensación de sueño no reparador, cefalea diurna y también deterioro en capacidad de concentración o memoria. Suele darse en personas que roncan o padecen alguna apnea. Es importante tratar este síndrome, ya que se ha demostrado que estas personas tiene un factor riesgo cardiovascular y para desarrollar hipertensión, cardiopatía isquémica o arritmias cardíacas.
-Síndrome de piernas inquietas
Los pacientes que padecen este síndrome están afectados por inquietud motriz, molestias en forma de hormigueo e, incluso, dolor en pantorrillas. Las sacudidas pueden darse a la hora de conciliar el sueño y pueden ser de tal envergadura que la persona se despierte. Como en el caso anterior, la consecuencia de ello es somnolencia diurna y sensación de sueño no reparador.