Los zapatos son el complemento ideal a tus looks de fiesta. Sandalias, peep toes, tacones de infarto… Le van fenomenal a tu outfit pero no siempre son sinónimo de comodidad. ¿Quién no ha acabado la fiesta de Nochevieja con un gran dolor de pies o cambiando a media noche los taconazos por unas bailarinas? Pero antes de arrepentirnos de la elección de nuestro calzado, conviene que seamos especialmente cautelosos a la hora de elegirlo porque un zapato inadecuado puede provocar diferentes tipos de dolencias en los pies.
“En Navidad es habitual que escojamos el calzado en función de cuestiones estéticas en lugar de pensar en términos de salud y hay que tener en cuenta que ambos no están reñidos”, nos explica Alfredo Martínez, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV).
Aunque en la mayoría de los casos tener los pies fríos no supone más que malestar, en ocasiones puede desencadenar ciertos problemas de salud. Los más frecuentes son eccemas, dermatitis, sabañones y heridas que tardan en curar, aunque también puede aparecer dolor muscular y articular y es más fácil que se produzcan traumatismos.
Por este motivo, desde el ICOPCV se ha elaborado un decálogo con recomendaciones fundamentales para escoger adecuadamente los zapatos de fiesta sin poner en jaque la salud de los pies y garantizando su confort.
1.- Es recomendable utilizar botines frente al zapato tipo salón porque mantiene mejor la temperatura óptima del pie.
2.- No utilizar un tacón demasiado alto. Los de más de 5 cm pueden provocar la aparición de metatarsalgias (dolor en la planta del pie) y dedos en garra.
3.- Comprar siempre un calzado de materiales naturales y flexibles que se adapten al pie, con el frío la piel está más sensible y es más susceptible de sufrir heridas.
4.- Se debe escoger un zapato proporcional al pie de la persona. Si uno tiene pies grandes o piernas pesadas, deberá optar por estilos robustos con tacones anchos. Sin embargo, en el caso de los pies pequeños o piernas delgadas un tacón fino puede ser apropiado.
5.- Los zapatos deben comprarse a última hora de la tarde porque es cuando el pie está más dilatado.
6.- A la hora de escoger el calzado deben probarse los dos pies. En caso de duda con la talla, si un pie es más grande que el otro hay que elegir la medida óptima a este pie.
7.- El zapato debe permitir el movimiento natural del pie y adaptarse a él sin apretar ni amontonar los dedos, como ocurre con los que tienen puntas demasiado afiladas. Se recomienda elegir hormas redondeadas o cuadradas.
8.- El zapato debe ser confortable en el momento de la compra, es un error pensar que cederá o se adaptará con el tiempo al pie, lo que acabará generando molestias.
9.- El calzado debe ser estable, no resbalar y no permitir que el pie gire hacia fuera al caminar.
10.- Las personas que utilicen plantillas especiales o algún tipo de aparato ortopédico, deberán utilizarlo en el momento de la prueba para garantizar que el calzado es correcto en talla y modelo.