La obesidad es, no hay duda, un problema de salud de primer orden. Tanto, que muchos profesionales llegan a hablar de epidemia. Sin embargo, parece que no somos del todo conscientes de los problemas que conllevan esos kilos de más. Hasta el punto de que muchas personas con sobrepeso no consideran que tengan un problema. “Las personas que no son conscientes de padecer obesidad podrían no tener la misma predisposición para intentar modificar sus estilos de vida”, apunta el Dr. Miguel Ángel Royo Bordonada, Coordinador del Comité Español Interdisciplinario para la Prevención Cardiovascular (CEIPC) con motivo de la celebración de las V Jornadas que este comité ha celebrado recientemente.
Jornadas que han incidido en la importancia de modificar los estilos de vida como medida de prevención y control de los diferentes factores de riesgo cardiovascular. Y por ello se ha hecho hincapié en un fenómeno poco conocido pero cada vez más frecuente: la “normalización de la obesidad”. Es decir, que “cuantas más personas padecen obesidad, un menor número de ellas se ve a sí misma como obesa, lo que complica muchísimo la modificación de sus estilos de vida”, explica el Dr. Royo Bordonada.
Esta falta de conciencia del propio sobrepeso puede ser muy importante si se tiene en cuenta que, en España, el 10% de los niños y el 20% de los adultos son obesos y que uno de cada tres niños y dos de cada tres adultos tienen sobrepeso. Los especialistas reunidos en Madrid atribuyeron de forma clara el rápido aumento en la prevalencia de la obesidad y de la diabetes que se ha producido en las últimas décadas en España a los profundos cambios en el entorno físico, económico y cultural. “Por un lado, está la progresiva automatización de los trabajos, el uso cada vez mayor de medios de transporte, la planificación urbana y la gran oferta de ocio sedentario. Pero, por otro lado, también nos encontramos con la amplia disponibilidad y el marketing intensivo para promover el consumo de alimentos procesados altamente energéticos y pobres en nutrientes, las políticas alimentarias y aspectos de tipo cultural y económico que favorecen el abandono de la dieta mediterránea”.
Problemas cardiovasculares
Y todo ello trae consecuencias. Así, en España, el 40% de los casos de enfermedad coronaria estarían relacionados con el binomio sobrepeso-obesidad. Además hay otros factores de riesgo cardiovascular que están estrechamente relacionados con la alimentación. Como recuerda el Dr. Royo-Bordonada, “aproximadamente, uno de cada diez adultos españoles padece diabetes, uno de cada tres hipertensión arterial y uno de cada dos tiene una cifra de colesterol total por encima de 200 mg/dl”. Las mejores recomendaciones, a nivel individual, para prevenir las enfermedades cardiovasculares se pueden resumir en tres: mantener un peso adecuado, llevar un estilo de vida físicamente activo y adoptar un patrón alimentario saludable.