Frente a las enfermedades crónicas, ¡haz deporte!

Si haces ejercicio, tu salud mejora. No es la primera vez que te insistimos en esta idea (¡ni será la última!). Y es que cada vez encontramos más razones para animarte a ponerte en forma. La última es que el ejercicio físico es un paso fundamental para evitar enfermedades crónicas como la obesidad y el sobrepeso. Así lo ha manifestado el profesor Luis Pablo Rodríguez, miembro de la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) y coordinador de la segunda sesión del Ciclo de Medicina y Deporte “Ejercicio físico: adelgazamiento y deshidratación”. “Aunque la actividad moderada tiene un mayor efecto sobre la pérdida de peso si se acompaña de una alimentación adecuada”, ha explicado el Académico, “siempre tiene beneficios sobre algunas de las patologías asociadas a la obesidad, como son las alteraciones cardiovasculares”.

Según apuntan los expertos, el problema que surge cuando se realiza ejercicio es saber si cualquier actividad es eficaz o si depende de la frecuencia, intensidad, tiempo y el tipo de ejercicio que se realiza. “En este sentido, y sobre todo cuando se pretende perder peso, el ejercicio físico tiene que ser personalizado, teniendo en cuenta factores como la edad, sexo, actividad física habitual, condición física, situación psicológica, o incluso, la existencia de otras enfermedades”, explica.

Una sociedad con sobrepeso
La obesidad es una de las epidemias del siglo XXI, que es el resultado, según los expertos, de una compleja interacción entre genes y factores ambientales, tales como nutrición, actividad física, calidad/cantidad de sueño, factores psicobiológicos y culturales, etc. Según explica el académico, “el porcentaje actual de obesidad en España oscila entre un 20 y un 35% a lo que sumamos que el sedentarismo es una de las epidemias de este siglo. El ejercicio físico contribuye a evitar enfermedades como la obesidad y el sobrepeso, lo que resulta fundamental, dado que nuestra sociedad es cada día más sedentaria y más obesa”.

Todo son ventajas
En el plano fisiológico, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los beneficios de realizar ejercicio físico son muchos: mejora la digestión y la regularidad del ritmo intestinal; previene y/o retrasa el desarrollo de hipertensión arterial y disminuye sus valores; mejora el perfil lipídico en sangre (reduce triglicéridos y aumenta el colesterol HDL-el llamado colesterol bueno-); ayuda a mantener la estructura y función de las articulaciones; incrementa la utilización de la grasa corporal y mejora el control de peso; mejora la regulación de la y disminuye el riesgo de sufrir diabetes tipo 2.

Bien hidratado
Una de las premisas básicas si decides hacer deporte es hidratarte bien. “Como prevención para evitar un proceso de deshidratación en nuestro organismo es importante mantener el nivel correcto de líquidos en nuestro cuerpo. Cuando un sujeto va a realizar un ejercicio de intensidad y repetitivo debe hidratarse antes de empezar, mientras lo realiza y al finalizar el mismo”.