Diarrea del viajero, ¿se puede prevenir?
Muchas personas padecen este problema intestinal en sus vacaciones
Comienzan las ansiadas vacaciones para muchos y podemos encontrarnos con un desagradable compañero de viaje: la diarrea. Aunque no es una enfermedad grave, puede arruinar unas vacaciones, ya que el 30% de los afectados pasará algún día en cama y 1 de cada 100 necesitará cuidados especiales en el hospital. La diarrea del viajero está generalmente producida por bacterias procedentes de alimentos o bebidas contaminados.
¿A quién afecta más?
Los expertos de los laboratorios Arkopharma (que cuentan en su catálogo de productos con Arko Levura, que ayuda a mantener el equilibrio de la flora bacteriana intestinal) apuntan que su incidencia varía en función de la edad, lugar de destino, estación del año, tipo de residencia y –por supuesto- la dieta. Lo que sí que es una evidencia es que se trata del problema de salud más frecuente en los viajeros a países tropicales o subtropicales ya que afecta a un 40-60% de ellos, según características y duración del viaje.
Afecta más a personas con baja acidez gástrica (o que tomen antiácidos), inmunodeprimidas o con enfermedad inflamatoria intestinal.
¿Qué se puede hacer?
Los expertos insisten en la importancia de no cortar la diarrea, ya que es la vía de eliminación de las toxinas que la han provocado. Eso sí, es importante vigilar que no haya deshidratación y que nuestra flora bacteriana se recupere lo antes posible, ya que la diarrea destruye en gran medida las bacterias necesarias que colonizan nuestro tracto digestivo. Por este motivo, se aconseja la toma de probióticos para recuperar la flora cuando ya ha aparecido la diarrea y también como preventivo para reforzar nuestras defensas y evitarla.
Algunas infecciones requerirán un tratamiento médico específico (con antibióticos por ejemplo), pero la diarrea del viajero es frecuentemente autolimitada y suele curarse en una semana.
Consejos para prevenirla
- Beber agua y otras bebidas siempre embotelladas o en latas que son abiertas por el propio consumidor (incluyendo el agua para la higiene bucal).
-No deben de tomarse hielos en las bebidas por la falta de garantía del agua con que se elaboraron. Las infusiones se tomarán si son servidas muy calientes.
- Evitar los baños en aguas de río, lagos o piscinas de los que se carezca de garantía de su calidad higiénica
-Lavarse las manos con frecuencia y usando jabón. Esto es especialmente importante antes de comer o de llevarse algo a la boca, al manipular alimentos, al ir al baño, etc.
-La comida debe estar siempre suficientemente cocinada y ha de servirse caliente. Las ensaladas lavadas con agua local suponen un riesgo. Presta también atención a los recipientes que contienen los alimentos. La fruta debe ser pelada personalmente y procura no comer verduras crudas.
-Los puestos callejeros de comida pueden no ser aconsejables cuando no cuidan la higiene. Evita la comida de vendedores callejeros.