'¡Qué calor!' Es la frase del momento. Tras una primavera especialmente fría, parece que el verano ha venido pisando fuerte y nos esperan días de elevadas temperaturas. En estos días, beber agua es fundamental. Mantener un buen nivel de hidratación es vital para sentirse bien, tanto por dentro como por fuera. Y más si cabe cuando suben las temperaturas, y nuestro cuerpo nos demanda más agua. Seguro que has oído hasta cansarte que tomar al menos dos litros de agua al día es importante para mantener el organismo hidratado, pero incluso algo tan sencillo como eso tiene sus trucos.
- No bebas el agua toda de una vez o en atracones. Por ejemplo, si durante el día no has tenido oportunidad de beber, no te tomes un litro de una vez, ya que podrías causar retenciones de líquidos.
- Beber dos vasos de agua en ayunas, unos veinte minutos antes del desayuno, ayuda a depurar el organismo y a mejorar el tránsito intestinal.
- Evita las bebidas con gas, especialmente si quieres evitar sentirte hinchada, así como los refrescos azucarados. Y no sólo nos hidratamos bebiendo, sino también comiendo. La fruta y la verdura fresca son también una gran fuente de agua, puesto que están compuestas en su mayor parte por este líquido.
- No bebas demasiado líquido durante las comidas, ya que puedes diluir los jugos digestivos y ralentizar la digestión.
- No esperes a sentir sed para beber agua: tener la boca seca es ya señal inequívoca de que ha comenzado la deshidratación, algunos de cuyos síntomas son el cansancio y dolores de cabeza. Esto es especialmente complicado en el caso de los niños, que tienen mayor riesgo de deshidratación y suelen pedir agua sólo cuando tienen sed.
- Las bebidas con cafeína aceleran la deshidratación, por lo que si sueles beber café o refrescos de cola, debes aumentar la cantidad de agua ingerida.
- Toma al menos dos litros de agua al día, unos ocho vasos. Esto ayuda a eliminar toxinas, mantiene los riñones en buen estado y compensa la pérdida de agua diaria que se produce a través de la orina, las heces y la transpiración.
- Hay que intentar evitar las pérdidas excesivas de líquidos y no pasar largos períodos de tiempo sin ingerir bebidas. En épocas de calor intenta no exponerte al sol innecesariamente ni realizar ejercicio físico en las horas centrales del día.
- Como te decíamos antes, hay que tener mucho ojo con los niños y también con las personas mayores, que son muy vulnerables a la deshidratación: hay que asegurar que beban en abundancia agua y otras bebidas.