Cualquier ocasión es buena para recordarte la importancia de la prevención contra el cáncer de piel. Y ahora que ha empezado el calor y quien más quien menos va a sacar -¡por fin!- la ropa de verano y va a intentar deshacerse del tono blanco de su piel, con más motivo.
La prevención es, en el caso concreto del melanoma, nuestra arma más efectiva, y hoy, precisamente, se celebra el Día Europeo para la Prevención del Cáncer de Piel. “Protegerse de la radiación solar, empleando los filtros solares físicos y en crema más adaptados a cada piel, es imprescindible para evitar el deterioro y complicaciones graves en la piel”, insiste la Dra. Pilar López, del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center de Madrid.
En la actualidad, en España se detectan unos 3.200 nuevos casos de cáncer de piel al año y la incidencia continúa aumentando un 10% anualmente. Por eso, además de la prevención, los especialistas recuerdan que realizarse revisiones periódicas de la piel ayuda al diagnóstico precoz, lo que permite curar hasta el 95% de los cánceres de piel. Por este motivo, cualquier lesión pigmentada que pique, crezca, sangre o cambie de color debe incitar a los pacientes a acudir a la consulta médica.
Las tres formas más frecuentes de cáncer de piel son el carcinoma o epitelioma basocelular, el carcinoma o epitelioma espinocelular y el melanoma maligno. Este último es el responsable del 80% de las muertes por cáncer de piel en España y se desarrolla tras una malignización de los melanocitos, encargados de dar coloración a la piel. Aunque hay un pequeño porcentaje de casos genéticos, se sabe que el causante directo es el sol.
El diagnóstico precoz, básico
Además, según el doctor Angel Pizarro, el 15% de los nuevos casos presentarán metástasis letales para el paciente. La mejor manera de reducir la mortalidad por melanoma sigue siendo el diagnóstico muy precoz del tumor, cuando tiene poco espesor y aún no ha adquirido capacidad de expandirse a otros órganos. En series amplias, los melanomas con espesor inferior a 1mm muestran una supervivencia en torno al 90-95% sin producir metástasis. Tampoco se debe olvidar el cáncer de piel distinto al melanoma, los epiteliomas, menos agresivos y que rara vez producen metástasis, pero mucho más frecuentes.
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