Guía práctica para vencer la astenia primaveral
Hay personas que afrontan con poca energía el cambio de estación
Falta de energía, cansancio, decaimiento… El cambio de hora y la llegada de la nueva estación favorecen la aparición de la conocida astenia primaveral. Aunque podría parecer al contrario, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) afirma que la subida de las temperaturas y el incremento de horas de luz provocan en muchas personas alteraciones físicas y del estado de ánimo. Así, afrontan estos primeros días de la nueva estación con una falta de fuerzas o decaimiento caracterizada por una sensación de cansancio, fatiga física y psíquica, bajo tono vital y apatía. La fatiga intelectual, la dificultad de concentración y los trastornos del sueño, la memoria y del apetito son otras de las molestias asociadas a este estado.
Ante todo, tranquilidad
En la mayoría de los casos, se trata de un síntoma aislado y transitorio que no responde a un motivo concreto y que incluso puede ser la respuesta del organismo al estrés o al sobreesfuerzo físico o intelectual.
10 consejos útiles para hacer aliviar sus síntomas
- Vigila tu dieta. Es un pilar básico a la hora de intentar combatir la astenia. Así, conviene aumentar la presencia de cereales, legumbres, frutas y verduras de temporada. Es decir, aumentar el consumo de hidratos de carbono y reducir el consumo de grasas. Además, es bueno consumir productos integrales, ricos en fibras y vitaminas del grupo B, aumentar el consumo de ácidos grasos poliinsaturados, como los Omega 3 que se encuentran mayoritariamente en los pescados azules y consumir alimentos con probióticos que ayuden a reforzar el sistema inmunológico. Mientras, conviene evitar los llamados azúcares rápidos: bollos, pasteles, etc, las grasas saturadas, los fritos y las comidas muy elaboradas o las salsas.
- Las comidas, a su hora. Conviene repartirlas en cinco tomas si pasan más de cuatro horas de una a otra. Entre horas es mejor consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales como frutas, zumos de hortalizas o yogures.
- Buen descanso. El sueño debe ser reparador y es conveniente dormir al menos 8 horas. Las cenas deben se ligeras y se tomarán al menos dos horas antes de acostarse, para que la digestión no interfiera en el sueño.
- En forma. Los expertos recomiendan de media a una hora de ejercicio diario para liberar endorfinas. Pasear, nadar, bailar, montar en bicicleta o hacer yoga son opciones al alcance de todos.
- Di no a las sustancias estimulantes. Intenta no abusar del alcohol, el tabaco y las bebidas excitantes, como el café y el té, que pueden sustituirse por infusiones o equivalentes sin cafeína.
- ¡Más agua! Hay que consumir una cantidad suficiente de agua al día, ya que favorece la función renal e intestinal. Disponer de una botella de agua en un lugar fresco y visible es la mejor forma de obligarse a tomar la cantidad necesaria. Siempre se puede sustituir o complementar con infusiones, zumos y caldos.
- Pequeños paréntesis. Siempre que sea posible, es bueno hacer pequeños descansos de cinco minutos cada hora durante la jornada laboral para que ésta se desarrolle de una forma más relajada.
- Aprovecha el aire libre. Es una buena idea prolongar la actividad en el exterior mientras dure la luz solar, para facilitar la adaptación a la estación, así como tomar el aire y el sol. Hay que aprovechar las horas de luz natural para salir, lo que potenciará el optimismo.
- Relájate. Una buena opción es practicar alguna técnica de relajación o meditación. Yoga, tai chi... contribuyen a liberar tensiones.
- ¡Siempre en positivo! La actitud es fundamental. Lo has oído mil y una veces, pero es que es cierto. Busca siempre el lado bueno de las cosas.