Quien ha padecido los síntomas de un cólico nefrítico sabe que es una de esas experiencias desagradables que preferiría no volver a repetir. Aunque hay personas con más predisposición a padecer estos procesos, ocasionados generalmente por la presencia de cálculos en el riñón, es cierto que los hábitos de vida también influyen en su aparición. Entre las causas los expertos apuntan hacia el cambio en los hábitos dietéticos, como son el abandono de la dieta mediterránea por costumbres más anglosajonas como la ingesta de la llamada comida rápida.
“Las dietas ricas en proteínas, carbohidratos y sal predisponen o incrementan el riesgo de padecer una litiasis urinaria. En muchos casos, este tipo de alimentación es la responsable de que en los últimos años haya aumentado el llamado síndrome metabólico (sobrepeso, hipertensión arterial, dislipemia e hiperglucemia) que recientemente se ha puesto en relación con esta patología urológica”, explica el doctor Carlos Reina, coordinador del Grupo de Litiasis de la Asociación Española de Urología (AEU).
¡Ojo con lo que comes!
A la hora de prevenir la litiasis, los especialistas recomiendan seguir hábitos como son la ingesta abundante de líquidos –entre 2/3 litros al día- y seguir una dieta basada en alimentos variados y con una dosis adecuada de calcio. Asimismo, se recomienda no abusar de los hidratos de carbono refinados, las proteínas y la sal, así como consumir complementos de cítricos, alimentos ricos en fibras (legumbres, cereales integrales y semillas vegetales), la ingesta regular de frutas y evitar la vida sedentaria.
Buen aliado
Uno de los alimentos que pueden echarnos una mano son los cítricos, sobre todo la naranja y el limón en zumos naturales, que tienen un importante papel protector frente a la aparición de piedras. “Los mismos tienen una sustancia que se llama citrato que inhibe o impide la cristalización de las sales de calcio en la orina. Así que, cuanto más alto sea el nivel de citrato en al orina mayor prevención contra las piedras más frecuentes, las sales de calcio y las de ácido úrico”, subraya este experto.
Pero la relación entre dieta y litiasis es mucho más directa en el caso de los pacientes con síndrome metabólico. “A falta de datos concluyentes, se sabe que las personas obesas, que además presentan otras complicaciones como diabetes, hipertensión o hipercolesterolemia, son más propensas a la formación de piedras en el riñón producidas por el ácido úrico y en menor grado de otros tipos como de oxalato cálcico”, aclara el doctor.
Síntomas
La mayor parte de los casos de litiasis se diagnostican cuando el paciente acude al servicio de urgencia con un cuadro de cólico nefrítico, que se manifiesta mediante un dolor brusco, intenso y unilateral en un costado y que puede extenderse a la región inguinal, genital e, incluso, al muslo. Esta molestia suele ir acompañada de otros síntomas tales como la presencia de sangre en la orina (hematuria), náuseas y molestias miccionales. “No obstante, la gravedad del proceso la determina el estudio radiológico el cual nos informa de la localización, el tamaño y el número piedras. Por tanto, la sintomatología del paciente es orientativa pero no es diagnóstica”, advierte el doctor Reina.
Tres factores de riesgo
En lo que respecta a los factores de riesgo, el coordinador del Grupo de Litiasis de la AEU señala que pueden resumirse en tres, “la genética, la cual no manejamos aún en su integridad, el entorno medioambiental, que favorece el sedentarismo y los malos hábitos dietéticos, y el sufrir ciertas enfermedades que predisponen a producir piedras en el riñón como el hipertiroidismo, hiperparatiroidismo primario o la acidosis tubular renal entre otras”.
Pero aun teniendo esto en cuenta, lo que parece claro es que la dieta y el estilo de vida son dos factores determinantes que se deben tener en consideración, también en el caso de España, donde cada vez más se consumen alimentos ricos en grasas saturadas y en los que, además, el ritmo de vida no favorece la práctica regular de ejercicio físico. Si no, las previsiones no son esperanzadoras: de seguir esta tendencia, se estima que en los próximos veinte años el número de casos de piedras en el riñón se duplicarán; patología que, en la actualidad, afecta a más de dos millones de españoles.