Es matemático. Enero es un mes en el que se multiplica el número de personas que se ponen a dieta. Las fiestas navideñas han hecho mella en nuestra línea, y quien más quien menos se marca como objetivo perder esos kilos de más. Pero el problema es que muchos de estos regímenes de adelgazamiento son las llamadas dietas exprés, es decir aquellas que prometen pérdidas rápidas de peso en poco tiempo. Se convierten en un gancho atractivo, precisamente por esa promesa, pero sus resultados no so se mantienen a largo plazo. De hecho, como advierte la doctora Lourdes Carrillo, coordinadora del Grupo de Nutrición y Alimentación de semFYC, “los beneficios que se obtienen con estas dietas son pequeños frente a los riesgos que pueden suponer para la salud”.
Dietas 'de moda'
Si además sumamos a esta situación la pérdida de los patrones más clásicos de alimentación, la conocida dieta mediterránea, el ideal de belleza actual que busca cuerpos estilizados, así como la actual “cultura de la inmediatez”, que nos lleva a querer solucionar cualquier problema lo más rápido posible, llegamos a un escenario ideal para que surjan las llamadas “dietas milagro”. “Son dietas que se ponen de moda, aparecen cada cierto tiempo y su popularidad aumenta a gran velocidad, alejándose de las recomendaciones nutricionales médicas específicas para la población a la que van dirigidas”, explica la doctora Carrillo.
Sus cuatro principales problemas
Según los médicos de familia, existen al menos cuatro aspectos importantes a tener en cuenta sobre estas dietas:
• Carecen de fundamento científico reconocido.
• Habitualmente son recomendadas por personas no expertas en nutrición.
• Se publicitan a través de medios no especializados: televisión, páginas web y periódicos o revistas con un mínimo o nulo carácter científico.
• El interés meramente económico de los promotores/vendedores de dichas dietas (a veces a través de la venta de productos exclusivos para poder seguir la dieta).
Por tanto, “para perder peso hay que acudir a un profesional de la salud, ya que las soluciones mágicas no existen. Y es necesario que la población se conciencie de que para controlar el peso es más eficaz mantener unos buenos hábitos alimenticios que hacer una dieta de forma transitoria”, insiste esta experta.
Por todos estos motivos, el Grupo de Nutrición de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria advierte que:
• Las llamadas “dietas milagro” ofrecen soluciones a corto plazo, cuando el interés en la pérdida de peso debe prolongarse en el tiempo.
• Es preferible realizar pequeños cambios en la alimentación diaria para que puedan mantenerse a largo plazo, ya que el regreso a la dieta habitual suele acompañarse de una ganancia de peso.
• Se aconseja un equilibrio de nutrientes adaptado al estado físico y de salud de cada persona, y no prescindir de alimentos básicos e irremplazables en la alimentación.