Tras las fiestas, ¿ha subido tu nivel de colesterol?
Es uno de los 'invitados' inesperados tras los excesos de la Navidad
Hemos puesto el punto y final a las fiestas de Navidad. Toca recoger los adornos, guardar los villancicos y recuperar las rutinas poco a poco. Y es que en la época navideña éstas cambian y, todo hay que decirlo, podemos someter a nuestro corazón a emociones y tensiones añadidas. Si a ello le sumamos los repetidos excesos alimenticios que se comenten durante las fiestas (comidas con más grasas y calorías, incremento del consumo de alcohol), pueden generar un aumento en los niveles de colesterol, con el consiguiente riesgo que esta situación genera. Por este motivo, la Fundación Española del Corazón (FEC) recuerda la importancia de retomar cuanto antes a los buenos hábitos.
“Con el entusiasmo de las fiestas navideñas, solemos olvidar las buenas costumbres y descuidamos nuestra salud cardiovascular abusando de alimentos ricos en grasas saturadas y abandonando la actividad física”, explica el Dr. Leandro Plaza, presidente de la FEC. “Este “cóctel navideño”, consumido durante casi dos semanas, nos deja como sorpresa varios kilos de más y un indeseado exceso de colesterol. Es importante recuperar cuanto antes una alimentación adecuada y volver a mimar nuestro corazón ya que el colesterol elevado es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de las enfermedades del corazón”, sugiere Plaza.
Dieta cardiosaludable, tu mejor aliada
“Tenemos que ser conscientes de que ha llegado el momento de acabar con las ‘comidas sin fin’ y de volver a un estilo de vida que nos ayude a reducir el riesgo cardiovascular y a sentirnos mejor durante todo el año”, apunta el Dr. Leandro Plaza.
Llega el momento, por lo tanto, de volver a disfrutar de una alimentación cardiosaludable y unos correctos hábitos de vida, que incluyan la práctica de ejercicio físico, el abandono de hábitos nocivos y el control del estrés. Todo ello nos ayudará en nuestra cruzada contra el exceso de colesterol. Y no debemos olvidar dormir las horas suficientes y el regreso a una pauta nutricional basada en la dieta mediterránea.
Pero, ¿qué se esconde tras una dieta cardiosaludable? Lo primero que tienes que tener en cuenta es que debe siempre contemplar la incorporación de alimentos bajos en grasas saturadas, colesterol y sodio, y ricos en fibra y ácidos grasos esenciales: frutas, verduras, cereales integrales, lácteos desnatados (incluyendo los reductores de colesterol cuando éste se encuentre en exceso), frutos secos, carnes magras y pescado azul.
Te ayudarán en la lucha contra el colesterol...
-El aceite de oliva, contiene principalmente ácidos grasos monoinsaturados, un tipo de grasa cardiosaludable que ayuda a disminuir el colesterol.
-La vitamina C (presente en cítricos, fresas, kiwi, melón, tomate, pimiento, col y coliflor), es antioxidante, combate los radicales libres y tiene un papel protector en las enfermedades cardiovasculares.
-Los lácteos reductores de colesterol, contienen esteroles vegetales que ayudan a reducir los niveles de colesterol.
-Las nueces y los frutos secos, son ricos en fibras, vitaminas, minerales y antioxidantes, ayudan a prevenir numerosas enfermedades y a reducir del colesterol.
-El pescado azul (atún, bonito, boquerón, caballa, jurel, palometa, salmón, sardina, etc.), contiene un tipo de grasa cardiosaludable, los ácidos grasos omega 3, y ayudan a bajar los niveles de colesterol en sangre.
-Además de la dieta es importante realizar actividad física moderada (caminar 30-40 minutos diarios, por ejemplo), mantener una correcta hidratación y un buen descanso y evitar el consumo de alcohol y el tabaquismo.
Gran enemigo de las arterias
El colesterol es una sustancia grasa natural presente en todas las células del cuerpo humano y necesario para su normal funcionamiento. La mayor parte del colesterol se produce en el hígado, aunque también se obtiene a través de alimentos, principalmente los de origen animal. A pesar de ser un compuesto indispensable para el organismo, no es saludable cuando se encuentra en exceso porque el colesterol es una de las principales causas de riesgo en el desarrollo de enfermedades del corazón. En personas sanas, las cifras de colesterol total no deberían superar los 220ml/dl (el colesterol LDL, inferior a 130ml/dl) y en aquellas personas que ya han sufrido una enfermedad cardiovascular, se recomiendan niveles lo más bajos posibles.