En invierno, las horas de sol son menos y hay días en los que ni siquiera podemos atisbar los rayos del astro rey. No podemos negar la evidencia. Pero no menos cierto es que sus efectos sobre la salud de nuestros ojos cuando los exponemos a la radiación solar son los mismos que en verano. En estos meses más fríos y en los que hay más días nublados tenemos la impresión de que la radiación UV no nos llega y no es así, estamos expuestos los 365 días del año. Por eso, no podemos olvidar el uso de gafas de sol. Así nos lo recuerdan desde el Instituto Varilux, que recomienda el uso de lentes para evitar los efectos nocivos que los rayos UV pueden tener sobre los ojos y, por tanto, sobre nuestra salud visual.
Especial precaución en la montaña
Un caso a tener en cuenta es el de la montaña, donde hay que tener especial cuidado con las radiaciones solares. A altitudes elevadas, la capacidad de protección de la atmósfera es mucho menor que en zonas bajas. Se estima que por cada 1.000 metros de altura, el efecto dañino de la radiación solar aumenta un 15%. También hay que tener especial cuidado si estamos en la nieve, porque refleja el 85% de los rayos ultravioleta.
Efectos sobre los ojos
Los efectos de la exposición directa a los rayos de sol sin protección solar para los ojos son diversos y pueden producir desde irritaciones en la córnea hasta patologías oculares como queratitis o quemaduras en la córnea. Además, debemos tener en cuenta que la mayoría de los efectos más peligrosos de los rayos UV sobre nuestros ojos surgen a largo plazo: cataratas, lesiones en la retina o incluso cáncer en la piel de alrededor del ojo. La exposición solar está también asociada a la degeneración macular, segunda causa de ceguera tras la diabetes. Por este motivo, desde Instituto Varilux insiste en la importancia de tomar precauciones también en invierno, especialmente en el caso de los niños, ya que su sistema ocular es más sensible. De hecho el 80% de la radiación UV se acumula antes de los 18 años.
Diferentes tipos de rayos ultravioleta
-Rayos UVA, son los rayos principales absorbidos por los ojos. Contribuyen al envejecimiento de los ojos y la piel alrededor del ojo.
-Rayos UVB, responsables de las quemaduras en la cornea.
-Rayos UVC, que no son una preocupación, ya que están bloqueados por la atmósfera.