¿Sabías que el 30% de las consultas oftalmológicas están relacionadas con el ojo seco? Estamos, no hay duda, ante uno de los problemas que más afectan a la calidad de nuestra visión. Algunas patologías pueden provocarlo, como la artritis reumatoide, el lupus eritematoso y otros trastornos similares, pero, además, determinados factores externos, como el uso continuado y frecuente de pantallas electrónicas (televisión, ordenador, móvil, tabletas, consolas, etc.) pueden ocasionar o agravar el ojo seco y otras patologías oculares, según apuntan los expertos reunidos recientemente en el congreso de la Sociedad Española de Oftalmología, tras una revisión de diferentes estudios sobre este problema.
"Las personas más expuestas al riesgo de sufrir sequedad ocular son quienes toman la píldora anticonceptiva, los que sufren blefaritis (párpados hinchados) y los pacientes que se tratan con medicamentos antidepresivos o para la tiroides", explica la doctora Teresa Dapena, presidenta de la Sociedad Española de Ergoftalmología. "Si estas personas utilizan pantallas electrónicas durante mucho tiempo, el ojo se reseca y produce irritación. Así, es frecuente encontrar a mujeres que toman la píldora y que no soportan las lentes de contacto tras muchas horas frente al ordenador, sin apenas parpadear".
¿Qué podemos hacer para evitarlo?
Beber agua es el primer paso. Aunque tal vez nunca te lo habías planteado, la hidratación también beneficia a nuestros ojos. Según un estudio británico publicado recientemente en la revista Investigative Ophthalmology and Visual Sciences los pacientes con ojo seco suelen estar peor hidratados. "Estos resultados indican que la hidratación de todo el cuerpo tiene una consideración importante en el ojo seco", concluye. Además de esta sencilla medida, el tratamiento más habitual es el empleo de lágrimas artificiales, aunque en algunos casos es necesaria la cirugía.
¿Cómo se manifiesta?
Cada persona parpadea de 8 a 12 veces por minuto para distribuir el líquido lagrimal por la superficie ocular de forma continua. Cuando hay una escasa producción de lágrimas la córnea se seca y se produce malestar y alteraciones de la calidad de la visión. Los síntomas más frecuentes son sensación de cuerpo extraño, arenilla, escozor, fotofobia y visión borrosa, y son más habituales por las mañanas, destaca el doctor Juan Murube del Castillo, presidente de la Fundación Rizal de Investigación Oftalmológica.
¿Y los niños?
No hay duda de que uno de los colectivos más expuestos al uso de pantallas –especialmente de videojuegos- es el de los niños. En ellos, una de las consecuencias del uso frecuente de pantallas es la insuficiencia de convergencia o dificultad para fusionar la visión de los dos ojos, subraya la doctora Dapena. "Se trata de un trastorno que está aumentando en los últimos años debido a las distintas distancias de visión con las que utiliza las pantallas, fijas y móviles, y que requieren un esfuerzo visual constante".
Uno de los síntomas más frecuentes de este trastorno es la aparición de dolores de cabeza, que aumentan por las tardes, y falta de concentración. "Si no se corrige a tiempo los síntomas empeoran y persisten de adulto", advierte.