Decimos adiós a los días de vacaciones y retomamos las rutinas. Muchas personas pasan en apenas unas horas de disfrutar de ratos de ocio a estar jornadas enteras frente al ordenador. Y nuestros ojos también se hacen sensibles a estos cambios y no es extraño que en esta época del año aparezca la fatiga visual. Con la vuelta al trabajo un gran número de personas sufren irritación en los ojos en parte porque fijan la vista en la pantalla, parpadean mucho menos y los ojos se resecan. Esto es lo que provoca irritación ocular, que suele aparecer al finalizar el día o la jornada laboral.
¿Cómo se manifiesta?
La fatiga visual (el término médico es astenopia) es la respuesta del ojo frente al esfuerzo muscular excesivo durante un largo período de tiempo. Algunos síntomas nos pueden indicar que tenemos este problema, como quemazón y escozor en los ojos, enrojecimiento, ojos llorosos, vista borrosa, fotofobia o, incluso, dolores de cabeza, mareos y dolores cervicales, entre otros.
¿Qué podemos hacer?
Hay una serie de consejos para afrontar mejor la vuelta al trabajo -sobre todo en el caso de usar pantallas de ordenador- y que los ojos no sufran más de la cuenta, tal y como apuntan los expertos del Instituto Varilux.
- Coloca el monitor correctamente, a la altura de los ojos.
- Si es necesario, aumenta el tamaño de la letra.
- Cada cierto tiempo descansa la vista, apartándola de la pantalla.
- Aumenta la frecuencia de parpadeo.
- Trabaja siempre con la luz adecuada, nunca en la oscuridad o con poca luz.
- Si tus ojos están resecos o irritados, no te los frotes, evitarás infecciones.
Además, si llevas gafas, no es mala idea preguntar a tu óptico por un buen tratamiento anti-reflejante, que evite los reflejos de las pantallas. Incluso pregúntale por soluciones específicas para reducir la fatiga visual. Siempre hay que descartar otros problemas mayores que puedan confundirse con la fatiga ocular y los ojos irritados. Por este motivo, no está de más acudir a tu óptica más cercana y hacerte una revisión al menos una vez al año.