¿Tienes ya preparado tu botiquín para las vacaciones?
La Asociación para el Autocuidado de la Salud nos da una serie de consejos para no olvidarnos de nada de cara a las vacaciones
Verano, vacaciones, descanso. Tres palabras que a estas alturas del año, son las más deseadas por todos. Y, entre los preparativos de estos días de descanso, no hay que olvidar los relacionados con nuestra salud. Por ello, la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp) proporciona unas pautas sencillas para preparar un botiquín de viaje que nos pueda acompañar en las vacaciones y que nos ayude a solucionar cualquier pequeño problema.
- Heridas, cortes, rozaduras... son habituales en verano. Por eso, en primer lugar, el botiquín de viaje idóneo debe incluir material de curas adecuado: gasas esterilizadas, tiritas, algodón, vendas y productos antisépticos. El material de cura del botiquín nos servirá para limpiar la herida, desinfectarla y protegerla convenientemente.
- Otros productos que deben incluirse en el botiquín de viaje son medicamentos para el alivio de pequeños problemas digestivos, como la acidez estomacal, las digestiones pesadas, el estreñimiento y la diarrea, que pueden manifestarse durante los viajes debido a los cambios de hábitos en la alimentación. Para ello, tenemos a nuestra disposición fármacos como antiácidos, antidiarreicos y laxantes, que se pueden adquirir sin necesidad de receta médica en la farmacia.
- Un dolor de cabeza puede estropearnos los días de descanso. Por eso, es aconsejable llevar en el botiquín medicamentos analgésicos, para el alivio del dolor ocasional, y antipiréticos, para combatir la fiebre. Otros productos de farmacia que podemos incluir en un botiquín de viaje idóneo son los antihistamínicos, para evitar reacciones alérgicas producidas por las picaduras de insectos o el contacto con plantas, así como fármacos para combatir el mareo, especialmente si vamos a hacer largos desplazamientos en coche, avión o barco.
- Por último, en el botiquín de viaje no deben faltar los protectores solares, esenciales para disfrutar de las vacaciones veraniegas con seguridad para nuestra piel, y los repelentes de insectos, sobre todo si vamos a viajar a regiones donde abundan estos molestos animales.
Revisar la fecha de caducidad, fundamental
Además, Rafael García Gutiérrez, director de anefp, advierte sobre la necesidad de renovar los productos del botiquín periódicamente y no utilizar aquellos que llevan mucho tiempo almacenados en los hogares. “Al igual que los alimentos, los medicamentos y los productos sanitarios tienen una fecha de caducidad, y de la misma forma que en verano no se nos ocurriría comer unos huevos en mal estado, tampoco deberíamos utilizar medicamentos que están caducados”, añade García Gutiérrez.
Y esto sucede también con los protectores solares: “Un protector solar que hemos utilizado el verano pasado y que no hemos consumido en su totalidad, puede haber perdido sus propiedades y, por lo tanto, no ser adecuado para proteger la piel ahora”. Por este motivo, el director de anefp recomienda revisar los productos que tenemos en casa antes de elaborar el botiquín de viaje para descartar aquellos que estén caducados, y acudir a un farmacéutico para que nos recomiende los más adecuados para nuestro lugar de destino.
Disfruta de unas vacaciones saludables
Además del botiquín de viaje, conviene seguir una serie de recomendaciones básicas para prevenir las complicaciones de salud durante las vacaciones.
-Así, en el caso de la alimentación, debemos tener cuidado con los productos que comemos cuando estamos de viaje: “No conviene ingerir las verduras crudas, así como las carnes y pescados poco cocinados”, explica García Gutiérrez. “La fruta hay que pelarla o lavarla antes de comerla y, en general, hay que tener cuidado con los puestos de alimentación ambulantes, sobre todo en países exóticos”, añade este experto.
-El sol puede darnos más de un disgusto, por lo que debemos evitar la exposición al sol sin protección. “Si vamos a visitar una ciudad a plena luz del día, tenemos que llevar ropa cómoda y que cubra suficientemente la piel, gorra o sombrero para evitar la insolación y protección solar en cara, brazos y piernas”, detalla el director de anefp. Por otro lado, si nuestro destino es un país exótico, conviene acudir a un centro de salud para informarnos sobre las enfermedades endémicas de esa zona y las vacunas que vamos a necesitar.
-Los niños y las personas mayores son especialmente vulnerables en los meses de calor. Por eso, si viajamos con ellos, debemos tener en cuenta sus necesidades en cuanto a alimentación y cuidado, sobre todo si estos últimos padecen alguna enfermedad crónica. En este caso deberemos incluir su tratamiento en el botiquín de viaje, ya que no siempre se pueden conseguir los mismos medicamentos en todos los países.