Estamos ante uno de los problemas de salud más serios de nuestro entorno: la obesidad. Paradojas de nuestro tiempo, en el que mientras hay miles de personas que pasan hambre, otras miles tienen exceso de peso en el llamado mundo desarrollado. Sólo en Europa, se estima que la obesidad afecta a 150 millones de adultos y 15 millones de niños, es decir, al 20% de la población adulta y al 10% de la población infantil de nuestro continente. “Se trata de un problema de salud pública de primer orden, que se asocia a una gran comorbilidad y coste sociosanitario. Favorece la aparición de muchas enfermedades, siendo éstas más frecuentes que en las personas con peso normal”, afirma el doctor Javier Salvador, presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Para concienciar sobre este problema, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) quiere hacer hincapié, en el marco del Día Europeo de la Obesidad, que se celebra mañana, 19 de mayo, “en la importancia de prevenir el sobrepeso y la obesidad y en concienciar a la población general sobre los problemas asociados a este trastorno cada vez más frecuente en nuestro país”, explica el doctor Salvador.
Problemas que van de la mano de la obesidad
Diabetes, hipertensión arterial, hiperlipemia, colelitiasis y apnea del sueño aparecen 3 veces más en las personas con obesidad, mientras que la enfermedad coronaria, la artrosis y la gota se dan de dos a tres veces más. Además, en la actualidad, ya existen evidencias de que la presencia de obesidad conlleva un aumento del riesgo de algunos tipos de tumores, como el cáncer de mama o el cáncer de colon. “Cuando se trata de obesidad mórbida (aquellos pacientes con un Índice de Masa Corporal-IMC por encima de 40), las complicaciones son más graves y se presentan en un periodo más reducido de tiempo”, explica el doctor Albert Lecube, coordinador del Grupo de Trabajo de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (GOSEEN). “A este respecto, la obesidad mórbida por sí misma ya comporta una reducción manifiesta de la calidad de vida y entre 5-12 años menos de expectativa de vida (dependiendo de la edad de inicio de la obesidad mórbida), debido a las frecuentes complicaciones asociadas que acarrea”.
Dietas de adelgazamiento
El verano a la vuelta de la esquina, y muchas personas a dieta. Algo habitual cada primavera: nuevas dietas que “prometen” adelgazar rápido: la dieta del grupo sanguíneo, del sirope de arce, de la sopa quemagrasa, del potito de bebé, la dieta Dukan, la dieta Atkins, la dieta del helado o la del batido, etc. Los expertos insisten en que todas estas dietas tienen un denominador común: el efecto rebote o, dicho de otra manera, el efecto yoyó. En palabras del presidente de la SEEN, “una dieta hipocalórica y monótona va a crear en el organismo una sensación constante de falta de energía, lo que llevará a almacenar reservas en cuanto la dieta vuelva a una cierta normalidad. En una o dos semanas nos pueden hacer bajar mucho de peso pero no lograrán mantenerlo en el tiempo e incluso harán que después aumente. Además, nos habrán creado ciertas deficiencias que pueden desembocar en algunas enfermedades”. En este sentido, todas ellas inducen déficits nutricionales severos, pérdida de agua y de masa muscular que pueden tener consecuencias negativas importantes a corto y largo plazo sobre la salud física y mental.
La obesidad es un problema crónico que implica un cambio del estilo de vida programado y progresivo a largo plazo, para el que no existen curas o remedios milagrosos. Según el doctor Salvador, son los endocrinólogos quienes deben "realizar un análisis completo del contexto de la obesidad, de si existen alteraciones hormonales que la provoquen, las comorbilidades que puede tener asociadas y el tratamiento más oportuno”.
¿Buscamos el consejo del endocrino?
El grado del trastorno en el peso corporal se clasifica según el Índice de Masa Corporal (IMC), hallado al dividir el peso en kilogramos por la altura en metros al cuadrado. Según el presidente de la SEEN, “un IMC de entre 18,5 y 24,9 se considera normopeso, mientras que cuando este índice está entre 25 y 29,9 existe sobrepeso y cuando se tiene más de 30, existe obesidad”. No obstante, en España, se estima que más de la mitad de la población adulta tiene problemas de sobrepeso y casi nunca se acude a la consulta de Endocrinología, debido, en palabras de este experto, “a que aún hay falta de concienciación entre la población general sobre el hecho de que el sobrepeso y obesidad son un problema de salud, no de imagen ni de estética”.