Siete consejos para prevenir el dolor de espalda en la oficina

Los hábitos posturales incorrectos pueden influir en la aparición de dolencias en esta zona

Por hola.com

El dolor de espalda es uno de los ‘daños colaterales’ del trabajo en oficina. ¿Las culpables? Posiciones mantenidas durante periodos largos y muy repetitivas, y una actividad que favorece el sedentarismo. Y es que ocho horas frente al ordenador son muchas horas.

Aunque el dolor de espalda y de cervicales puede no estar necesariamente provocado por tu trabajo, puede tener un profundo efecto en tu capacidad para desempeñarlo. Para minimizar la probabilidad de desarrollar dolores de cervicales o de espalda y reducir el impacto que estos pudieran tener en tu vida, la firma Plantronics recomienda seguir estos consejos.

-Evita posturas estáticas: haz pequeñas pausas y abandona regularmente y durante breves momentos tu escritorio, al menos una vez por hora, y date un pequeño paseo o al menos haz algo completamente diferente de lo que haces durante todo el día. Incluso un pequeño descanso de la pantalla del ordenador puede ayudar enormemente a la concentración y a la reducción de la presión ocular; los expertos recomiendan que te alejes de la pantalla durante 5 minutos cada hora.
-Para hablar por teléfono, usa unos auriculares: evita sujetar el teléfono entre el cuello y la oreja, ya que eso puede causarte dolores de cervicales, espalda y hombros.
-Haz estiramientos: incluso un minuto de estiramientos cada media hora puede tener efectos beneficiosos.
-La posición, importante. Asegúrate de que tu puesto de trabajo tiene la configuración adecuada, con la parte superior de la pantalla ligeramente más alta/más baja que la altura de los ojos, la altura de tu asiento está regulada de modo que los pies reposen completamente en el suelo o en un reposapiés, y que la flexión de las rodillas tenga el ángulo adecuado.
-Si usas portátil... hazlo sobre el escritorio (y no sobre las rodillas).
-Levántate. ¿Utilizas el correo electrónico y el teléfono para permanecer en contacto con los compañeros que trabajan en el mismo edificio? ¿Y si te acercaras a verlos y les dijeras en persona lo que en principio pensabas comunicar por correo?
-Haz ejercicios en la oficina. ¡Moverse es bueno! Los ejercicios similares a los que se hacen en el avión son ideales.