No hay nada mejor que un sueñecito reparador para estar listos para la nueva jornada que se avecina, pero… ¿Qué pasa cuando la tranquilidad del dormitorio se ve invadida por unos molestos y sobre todo ruidosos invitados? Roncar es algo más que habitual entre los hombres (y también muchas mujeres), que puede producir algún que otro roce e irritabilidad a la mañana siguiente, no ya sólo en el ‘durmiente’, sino también en la pareja. Identificar el problema y ponerle solución médica es la mejor alternativa, especialmente si se trata de un auténtico problema de salud, aunque nunca está de más tener a mano algunos ‘trucos caseros’ que ayuden a mitigar los ronquidos leves y nos dejen descansar más tranquilos.
1. Cuida la dieta. El sobrepeso es una de las razones más habituales que provocan los ronquidos tanto en hombres como en mujeres: a mayor volumen corporal, mayor volumen de ronquidos. Una dieta sana y algo de ejercicio te ayudarán no sólo a mantener la línea, sino, también, a tener a los ronquidos a raya dentro del dormitorio.
2. Aunque suene a broma, el aspirador y los productos atrapapolvo son el mejor arma para combatir los ronquidos: las partículas suspendidas en el ambiente, especialmente si tienes moqueta en el dormitorio, son un ‘catalizador de ronquidos’ de primera categoría. La irritación producida por el polvo produce una membrana mucosa en la garganta que bloquea el paso de aire a través de la nariz, obligándote a dormir con la boca abierta.
3. Controla el alcohol. Ya te tomes solo una cerveza o dos, el alcohol ejerce las veces de relajante muscular, por lo que los hombres propensos a emitir ronquidos durante el sueño multiplican sus opciones tras una noche de ‘juerga’.
4. Invierte en una almohada de calidad, que tenga la firmeza necesaria para sostener el cuello ligeramente elevado, sin que tengas que dormir en una posición incómoda.
5. Acostúmbrate a dormir de lado. Roncamos más cuando estamos boca arriba, así que dormir de lado es siempre una opción sencilla para intentar reducir el ruido por las noches. Prueba a ponerte del lado de la pared, o coloca algunos almohadones a tu espalda que te impidan ‘rodar’ sobre la cama y cambiar de posición.
6. Evita cambiar tus patrones de sueño y no te sometas a una intensa actividad física poco antes de ir a la cama. Asimismo, nunca está de más intercambiar horarios con nuestra pareja: si ella se va a dormir unos minutos antes, le será más fácil conciliar el sueño que si tú caes rendido en la cama y comienzas a roncar inmediatamente.
7. Si no consigues evitar los ronquidos cambiando de hábitos, prueba con los productos anti-ronquidos. Eso sí, antes que nada, procura averiguar qué clase de ‘roncador’ eres (dependiendo si se trata de un problema nasal, palatal o de garganta) mediante un estudio del sueño, para dar con el más adecuado para ti: desde tiras elásticas que se colocan sobre la nariz para abrir las fosas nasales hasta sprays que se aplican en el fondo del paladar