¿Cómo les afecta el verano a tus ojos?

El sol, el cloro de las piscinas, la sequedad... hay numerosos factores externos que influyen

Por hola.com

Los enemigos de nuestros ojos se multiplican en la época estival, por lo que se convierten en una de las partes del cuerpo más vulnerables. El sol, el aumento de las temperaturas, la sequedad del ambiente, el cloro de las piscinas... numerosos factores que hacen que tengamos que tener especial precaución en los meses de verano.  
Sobre todo, y por sentido común, hay que tener cuidado con el sol. Aumentan las horas de exposición a las radiaciones solares, que pueden resultar muy dañinas para la córnea. Por este motivo, las gafas se convierten en indispensables, eso sí, siempre homologadas, con cristales de calidad y de colores ni muy oscuros ni demasiado claros (preferiblemente marrones, grises o verdes).

El Instituto Oftalmológico de Alicante expone una serie de recomendaciones útiles que se deben tener en cuenta en cada una de estas situaciones. Toma nota:

Frente al sol
• Existe una relación directa entre la radiación solar y la catarata. Los rayos ultravioleta producen cataratas e inducen al envejecimiento. Además, el reflejo de la luz solar puede producir queratitis y conjuntivitis.
• La solución es usar gafas de sol homologadas, viseras, etcétera, para protegerse de la radiación solar. Y, además, no mirar al sol directamente de manera fija y continuada.

¿Y en la playa?
• La sal del agua del mar puede producir irritación en los ojos, y hay que tener cuidado también con la introducción de cuerpos extraños procedentes, sobre todo, de la arena. Por ello es conveniente lavarse con agua dulce a menudo, procurando que llegue a todas partes. 

Si vas a la piscina
• El cloro es un irritante que altera nuestros ojos, por lo que hay que intentar, en la medida de lo posible, el contacto directo con el agua de las piscinas utilizando gafas de natación adecuadas.

Excursiones a la montaña
• La sequedad propia del verano en ambientes lejanos al mar provoca una mayor evaporación de la lágrima, aumentando la sensación de ojo seco. Si esto sucede de forma continuada, es fundamental acudir al especialista para que analice el caso y nos dé posibles soluciones.

También en el trabajo
• La exposición continuada al aire acondicionado en estos meses de calor hace que se reseque el ambiente, perjudicando más de lo normal a nuestros ojos. Es complicado, pero la solución estaría en evitar la exposición continuada en estos ambientes y utilizar un humidificador o lágrimas artificiales si es necesario.
• Además, trabajar muchas horas delante del ordenador puede producir cansancio o fatiga visual. Es conveniente situarse a una distancia adecuada de la pantalla, tomando además breves descansos periódicos.

Alergias
• Durante el verano, el descenso de lluvias produce un incremento de partículas en suspensión en el aire, generando un ambiente más cargado que puede provocar alergias oculares. Por ello, es importante proteger la vista con gafas de sol homologadas y acudir al especialista en cuanto que se percibe algún síntoma.